El refuerzo del cepo al dólar no cayó bien entre los productores agropecuarios, y los dirigentes de la Mesa de Enlace coincidieron en que este tipo de medidas complica aún más a la actividad por la incertidumbre que generan.
Pese a que desde el desdoblamiento cambiario el campo recibe muchos menos pesos que la valuación internacional de sus productos -por eso se habla de un dólar soja a 50 pesos– esta medida que prácticamente unifica el valor de la divisa estadounidense, agranda la diferencia.
«Tenemos una brecha del 85%, al menos, entre los dólares oficiales y el del campo. Y con este cepo reforzado siguen sumando incertidumbre a los productores”, criticó Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
En la misma línea se quejó Daniel Pelegrina, titular de la Sociedad Rural Argentina. «Estas medidas -dijo- tienen su origen en la falta de confianza y no hacen más que socavar y erosionar, precisamente la confianza imprescindible para la recuperación, y nos alejan aún más de atraer la inversión y generar empleo».
Y hasta Carlos Iannizzotto, líder de Coninagro, que en los últimos tiempos tuvo un mayor acercamiento público con el Gobierno, dijo sin vueltas que «es lo contrario a lo que hay que hacer. Este intervencionismo cada vez mayor del Estado va a generar mayor especulación y menos producción«.
Fuerte crítica al modelo económico
Incluso lanzó una fuerte crítica al modelo económico: «En Coninagro creemos en la función de Estado y en la búsqueda del bien común, pero no en este tipo de parches a cuentas fiscales que no cierran. No debe dedicarse a promover actividades que deben estimularse en los privados, desde las divisas al empleo. El Estado no debe convertirse en un fin en sí mismo, sino en una herramienta eficaz y ágil al servicio del ciudadano».
Consultado por Clarín sobre su vínculo con el Gobierno, Iannizzotto aclaró: «No soy funcionario. Integro el directorio de un organismo (el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, INAES) en representación de Coninagro, como participan muchas otras entidades privadas en diversas dependencias».
El presidente de Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, lamentó «que una vez más las cuestiones cambiarias y financieras estén por sobre un debate sincero sobre la economía real: como producir más, generar más empleo, formalizar la economía, exportar más, y recuperarnos de la difícil situación en que estamos”. Y recordó que «cada vez que en el pasado hemos tenido restricciones sobre el dólar los problemas se han apilado y aumentado en lugar de resolverse«.
En relación a las complicaciones para los productores, Pelegrina advirtió que «desde el Banco Central se suman nuevos obstáculos para el acceso a las divisas necesarias para poder exportar, apoyándose en las prefinanciaciones. Seguramente también traerán problemas con los insumos debido a la obligación de cancelar deudas y varios efectos colaterales que incidirán negativamente en las empresas agroindustriales y que terminarán trasladando a los productores».
Chemes consideró que «esto sigue deteriorando la supervivencia de los productores y no hay margen de previsibilidad con lo que genera el Gobierno. La mayoría de los insumos del campo son en dólares y van a dólar blue y nosotros vendemos nuestra producción a dólar oficial. Es muy difícil producir así”.
En el mismo sentido, aunque desde otro lugar de representación, Achetoni remarcó que «aunque en principio no se trata de una medida sobre nuestro sector, no hay dudas de que va a tener consecuencias profundas para nosotros, los pequeños y medianos productores, que tenemos muchos de nuestros gastos en insumos dolarizados y luego le vendemos mayormente al sector interno, que está tremendamente castigado por la crisis económica que se profundizó con los efectos del Covid-19”.
«Un callejón sin salida y más especulación»
Sobre las perspectivas, Iannizzotto cree que «el Gobierno se encamina a un callejón sin salida, ya lo hemos vivido. La brecha va a aumentar y crecerá la especulación. Necesitamos un dólar competitivo y un solo dólar (aún entendiendo que debemos hacerlo progresivamente). Porque por este camino, en contra del mercado, no va a haber dólar que alcance. Hay que favorecer a la producción y a la exportación para conseguir dólares».
Según Pelegrina, «Argentina necesita inversión interna y externa. Ese sin duda es el camino para crear empleo y desarrollo, y todas estas medidas y señales van en sentido contrario y solo generan mayor incertidumbre».
Poniendo el acento en lo restrictivo, Achetoni concluyó que todo es «producto de la gran incertidumbre que existe en relación con el rumbo del país y la falta de certezas y de seguridades. Todo esto atenta contra las posibilidades e intenciones de inversiones, lo cual afecta fuertemente nuestra economía». Y consideró que «tanto el presupuesto nacional como en la proyección de las producciones agrícolas y la inversión, se debería contar con previsibilidad y seguridad jurídica, que descomprima todas las especulaciones que surgen y que realmente no conducen a nada bueno al país y a los argentinos”.
Por: Mauricio Bártoli.
Fuente: Clarin Rural