El ciclo de intensas lluvias que comenzó en los últimos días de enero y continuó durante febrero llegó justo a tiempo para salvar la cosecha de soja y también alivió la condición del maíz que sufría un estrés severo en la mayoría de las regiones productivas.
En este nuevo escenario climático y productivo, los técnicos de GEA proyectan una cosecha de soja de 49 millones de toneladas. “Las buenas a muy buenas condiciones de la soja de primera y de segunda permiten estimar un rinde promedio nacional de 29,2 qq/ha. Esto es casi un quintal más que el promedio nacional de los últimos 8 años, cuando hasta hace un mes se proyectaban rindes por debajo de la media”, señala el informe.
Respecto a la siembra, de las 17,3 millones de hectáreas estimadas en enero se alcanzaron a implantar 17,2 millones de hectáreas y se considera un área pérdida de 390.000 hectáreas.
La proyección para el maíz
Las lluvias también impactaron en el maíz y ahora se estima un 5% más de volumen que en enero. Con un rinde de 79,6 qq/ha a nivel nacional, se proyecta una producción de maíz de 48,5 millones de toneladas, unas 2,5 millones de toneladas más que las que se estimaban en enero.
“El volumen cosechado apenas quedaría por debajo del récord de los dos años pasados (51,5 millones de toneladas) en un 6%”, destaca la Bolsa rosarina.
En Córdoba se espera que el rinde del maíz trepe a 87,8 qq/ha. Santa Fe se mantiene liderando el pelotón de la productividad unitaria con 92,5 qq/ha (5 quintales más que a principios de enero). “Buenos Aires y La Pampa son de las pocas provincias que caen respecto al mes pasado, pero por ahora, se tratan de ajustes poco significativos”, concluye el informe de la Bolsa rosarina.
Fuente: Clarín Rural.