La brecha cambiaria y las retenciones generan un fuerte impacto sobre el bolsillo del productor agropecuario y sobre la competitividad de la cosecha argentina contra otros países productores.
El caso de la soja es el más representivo porque es el producto que más retenciones paga: un 33 %, que es el tope de la ley de emergencia que se sancionó a finales del año pasado.
Néstor Roulet, productor y ex secretario de Agregado de Valor de la Nación, estimó que hay una diferencia del 150 % entre el actual valor que recibe un productor y un escenario potencial sin retenciones y con el valor del dólar que marca el mercado.
«El productor agrícola argentino cobra por su soja, si la evaluamos en dólar billete, tan solo US$ 121 U$S por tonelada», destaca.
En la actualidad, un productor que vende soja recibe por cada camión $ 389.000 contra $ 1.038.000 que podría recibir sin retenciones y diferencial cambiario. Esto es una diferencia de $ 650.000.