Avanzan la cosecha de soja y de maíz, mientras de a poco los productores deciden qué van a hacer con la nueva siembra de trigo. El contexto económico es muy particular: la inflación no cede, hay problemas logísticos por el coronavirus, bajan los precios internacionales y existe un visible desdoblamiento cambiario. Muchos productores, en este escenario, prefieren almacenar su soja en bolsones en el campo, esperando a que aclare.
Y muchos comienzan a acusar al sector por supuestamente “no ser solidario”, ya que de las ventas de soja dependen también el ingreso de divisas que se necesitan para mantener en calma el mercado cambiario. De hecho, la soja y sus derivados explicaron el año pasado el 24% de las divisas ingresadas al país.
En defensa de los productores saltó el analista Carlos Etchepare, director periodístico de Canal Rural. “Hay un dato que se olvida y es que se vendió muchísimo antes. Cuando se daba por hecho el cambio de gobierno y el aumento de derechos de exportación, entonces se negociaron 20 millones de toneladas en forma anticipada de maíz y otras 10 millones de toneladas de soja. Eso hizo que luego se tranquilizara un poco (la comercialización). Y como los exportadores también declararon sus ventas, el ingreso de divisas se anticipó. De eso hizo uso algo el gobierno anterior”, aclaró Etchepare.
El consultor resumió: “Ahora se dice que el productor vende menos, pero porque vendió antes. Ahora cosecha y entrega, y luego cobra. El que no vendió la cosecha antes, ahora primero vende el maíz y se guarda la soja. Eso es absolutamente normal porque cualquiera que tenga un producto que vale 120 pero te pagan 40, no lo va a vender”.
“Esto pasa por la brecha cambiaria, que suma derechos de exportación y diferencial cambiario. Todos sabemos que el tipo de cambio oficial de 60/65 pesos mucho tiempo más no va a aguantar, por la crisis que se vive particularmente en la Argentina. Si a eso le sumás que hay una expectativa de crecimiento en la soja y no tanto en el maíz, lo lógico es aguantarla”, explicó.
Según Etchepare, además, “el productor que vende la soja necesita de una suba del precios, porque al costo de producción y de comercialización debe sumarle el de embolsado, que rondaría los 10 dólares por tonelada”.
“Por otra parte, tampoco hay desesperación de la industrial por comprar, porque están recibiendo lo que compraron de manera anticipada”, añadió.
Teniendo en cuenta este panorama Etchepare concluyó: “No me parece mal que esperen la soja, ni que hayan vendido el maíz”.
Acá están los datos para los «operadores» q dicen q el campo especula reteniendo vtas y para los ignorantes que repiten entre ellos políticos y funcionarios q, también mandan a hacer este tipo de operaciones a supuestos periodistas q repiten sin informarse. (hilo)
-Se vendió más o menos lo mismo que a esta altura del año 2019, pero mucho antes y menos en las últimas semanas. El dato exacto es que el sector exportador a esta altura el año pasado tenía compradas 2,9 millones de toneladas de soja y este año lleva casi 6 millones. La industria compró 13 millones, lo mismo que en 2019. Si hacés el número total hay 3 millones de toneladas más negociadas este año y tiene que ver con que hay una cosecha más grande y con que se anticiparon las ventas.
-¿Hay algún indicio de que pueda subir la soja?
-La primera señal que tenemos es que Argentina, al no vender tanta soja, está retirando mercadería que el mercado esperaba. Segundo, los chinos están comprando soja, comprando todo lo que está barato. Cuando mirás los stocks, el 60% del stock mundial de maíz lo tienen los chinos, el 55% de trigo lo tienen los chinos y en soja tienen menos y no hay mejor momento que este para recomponer ese setock. Si sacás lo que tiene China guardado, el resto del mundo no tiene mercadería en stock para una crisis como esta. En este contexto, no hay que descartar una suba de la soja.
Finalmente, le consultamos a Etchepare por los negocios con el trigo. Contestó: “Me parecería muy bien que (los productores) tomen posiciones en trigo de la cosecha nueva. Acá entra la disyuntiva de qué hacer con el trigo disponible. Si estuviéramos en un país normal, en donde no corriéramos el riesgo de intervención del mercado, les diría que aguanten el trigo, que va a subir más. Si el productor considera que este es un país normal, entonces que lo guarde. Pero si sabe que tenemos una Secretaría de Comercio Interior, por lo menos le conviene ir vendiendo una parte y con el trigo nuevo ir haciendo precio”.
Etchepare cree que “contrariamente a lo que decían muchos, la cosecha va a ser más grande que la de este año porque el precio es bueno y la intención de siembra es buena”. Aunque aclaró: “El tema del diferencial cambiario es preocupante”.
Fuente: Bichos de Campo.