Cepo a la carne: en el campo aguardan con cautela los anuncios del Gobierno

Tiempo de definiciones para el campo. Tras cuatro meses desde el primer cierre a las exportaciones de carne vacuna por parte del Gobierno, el 20 de mayo pasado, la cadena, que hoy tiene cuotificadas en un 50% las ventas al exterior (salvo los cupos asignados al país para Europa y los Estados Unidos, sin restricciones) espera “con cautela y cierta incertidumbre” el encuentro que mantendrán mañana martes, por la tarde, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, con la Mesa de Enlace y posiblemente varios gobernadores.

Aunque son muchas las versiones que circulan en torno a cuál sería el tinte de la normativa que tiene preparada el Gobierno, antes de su asunción, el reemplazante de Luis Basterra había manifestado su clara intención de limar asperezas con el campo. Con ese objetivo, funcionarios de esa cartera comenzaron a trabajar la semana pasada con técnicos de las entidades ruralistas con quienes intercambiaron información y compatibilizaron datos, números y stocks, para una salida decorosa del cepo.

En este sentido, algunos hablan de que a partir del 1º de octubre próximo se liberaría la exportación de manera total (salvo siete cortes populares que están prohibidos hasta el 31 de diciembre). Otros, en cambio, dicen que el Gobierno dejaría producir libremente la vaca de las categorías D, E, F -que va a China- a las plantas que actualmente tienen cupos y también permitiría que se vendan los stocks de carne para ese destino. Otros, más prudentes, hablan de que solo serán unas 5000 las toneladas liberadas hasta que venza la restricción. Los más pesimistas señalan que todo quedaría igual.

Elbio Laucirica, presidente interino de Coninagro, quien será parte de la reunión en la sede del Ministerio de Agricultura junto a los titulares de Federación Agraria Argentina (FAA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Sociedad Rural Argentina (SRA), aunque se muestra “esperanzado” a que se resuelva positivamente, tiene cautela a la hora de dar certezas sobre la resolución del problema.

“Existe una buena predisposición del Ministerio para resolver el tema. Habría un convencimiento por parte de los funcionarios para arreglar de forma urgente, porque entendieron, que de no hacerlo, puede agravarse la situación. Con visiones diferentes, hay un gran avance. Con más peso político del Ministerio de Agricultura y la presión de los gobernadores, posPASO, pareciera que tendremos una respuesta”, dijo a LA NACION.

Para Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), los cambios de ministros siempre traen la posibilidad de refrescar el diálogo: “Domínguez debe entender que esta (por el cepo de la carne) es una de las cuestiones más urgentes a resolver”.

Por su parte, Fernando Herrera, de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), se mostró expectante por el encuentro, pero indicó que hay poca información concreta de lo que va a pasar allí. Señaló que son muchas cuestiones las que están dando vuelta, como qué pasará “con el cepo del 50% con los siete cortes prohibidos hasta fin de año y con el tema de los cupos por planta”.

“Habría que ver si se mantienen así o cualquiera puede exportar, que sería lo más razonable. Se está bajando una línea que se va a resolver el problema, como una buena noticia. Depende de lo que planteen y cómo lo plantean. Es complejo. Mi expectativa es que pase algo, si no sería una pérdida de tiempo”, expresó.

El mes pasado, previo a las PASO, desde el Gobierno, en particular desde el área del Ministerio de Desarrollo Productivo a cargo de Matías Kulfas, se dejó trascender la posibilidad de flexibilizar la venta al exterior de la carne de esa vaca vieja. Nada de eso ocurrió y, por el contrario, el Gobierno extendió las restricciones hasta el 31 octubre.

Si bien para Leonardo Rafael, titular de la Cámara Argentina de Abastecedores y Matarifes (CAMyA), cualquier noticia va a ser bien tomada por la cadena cárnica, no es tan optimista al respecto.

“Cualquier resolución sobre liberación de cupos o flexibilización puede ser contraproducente porque la zafra de la vaca ya pasó y existe mucha necesidad de comprar por parte de China y eso puede levantar el precio de la mercadería. Nos puede jugar en contra y, si sube la hacienda, darle al Gobierno la excusa de que estaba bien lo que estaba haciendo, limitando las ventas al exterior”, dijo.

Para Rafael, una salida más fructífera sería liberar los cortes que van a China que quedan en el país sin ser consumidos “que lo único que hace es desvirtuar el negocio de los exportadores con planta y los sin planta, que no pueden operar y comercializar esa carne en el consumo interno”.

Tampoco mostró un optimismo pleno Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra). “En su gestión pasada, Domínguez nos tuvo un año y medio con el Plan Estratégico Alimentario (PEA), donde estábamos todos entusiasmados a que salga algo y finalmente no salió nada. Las exportaciones de carne estuvieron reguladas hasta que caímos al punto más bajo”, sostuvo.

Además, expresó que “en el cortísimo plazo y con ‘platita en el bolsillo de la gente’, la carne va aumentar porque hay una escasa oferta de animales de consumo”.

“Van a tener miedo que sea la apertura parcial de las exportaciones la que genere el aumento de precios sin terminar de entender que esa vaca no se consume en el mercado interno”, afirmó.

Por último, Salaverri destacó que, más allá de las restricciones a la carne, lo interesante sería ver si el Gobierno ha cambiado su actitud y su manera de interrelacionarse con el sector. “Si ese cambio no se da, los cambios de personas no van a lograr absolutamente nada. Tiene que haber un Ministerio que recupere su identidad y que recupere el trabajo con el sector y la defensa de los intereses del campo. Ese es el camino a andar y esperemos que por ahí ande la cosa”, finalizó.

Mariana Reinke

Fuente: La Nación Campo