En sintonía con la tónica alcista externa y en medio de la incertidumbre sobre el volumen final de la cosecha argentina por la falta de humedad en zonas agrícolas clave, el valor del trigo del ciclo 2020/2021 evidencia un aumento interanual, en dólares, del 20 por ciento.
Para la zona del Gran Rosario la demanda exportadora hoy elevó de 180 a 185 dólares por tonelada su oferta por el grano con entrega en noviembre y de 182 a 190 dólares la propuesta por el granos para las descargas entre diciembre y enero.
Un año atrás, cuando los derechos de exportación para el trigo eran de $4 por dólar exportado (equivalentes a cerca del 6-7%), el cereal se cotizaba a 155 y a 158 dólares para noviembre y diciembre/enero, respectivamente. Actualmente, la exportación del grano fino tributa el 13% como derechos de exportación.
En los puertos del sur, donde el ingreso de la cosecha se da a partir de diciembre, los compradores incrementaron sus ofertas por el trigo nuevo con entrega sobre Bahía Blanca de 185 a 190 dólares por tonelada, mientras que para Necochea las mantuvieron en 180 dólares.
También en el Matba Rofex quedó en evidencia el buen momento de los precios del trigo. Al momento de fijar los ajustes de la jornada, las pizarras mostraron alzas de US$3,10 y de 3,50 sobre los contratos diciembre y enero, que quedaron con valores de 188,50 y de 191,50 dólares por tonelada, un 20,1 y un 21,2% arriba de los 157 y de los 158 dólares de la rueda del 2 de septiembre del año pasado.
Una fuente del sector comercial dijo a LA NACION que tras las últimas subas, «los precios actuales generan márgenes inesperados para los productores pocas semanas atrás y mejoran notablemente la secuencia trigo/soja de segunda».
Advirtió, no obstante, que las mejoras tendrán gusto a poco si no se dan las lluvias que hacen falta en el centro y en el norte de la zona núcleo agrícola, dado que los rindes se verán muy afectados. «El combo precios y cultivos por ahora favorece de manera plena a los productores del sur de Buenos Aires», completó.
¿Burbuja en Estados Unidos?
El trigo tuvo otra jornada alcista en los Estados Unidos, donde ya suma tres semanas positivas consecutivas. La posición septiembre en las Bolsas de Chicago y de Kansas sumó US$4,22 y 4,78, al terminar la rueda con un ajuste de 204,20 y de 177,66 dólares por tonelada, respectivamente.
Entre los fundamentos alcistas de la jornada se destacó la nueva devaluación del dólar frente al euro, que llevó la paridad entre ambas monedas de 1,1930 a 1,2011, la más negativa para la divisa estadounidense desde mayo de 2018, según informó la agencia Reuters. Ese movimiento de las monedas, sin embargo, favorece la competitividad de las exportaciones de los Estados Unidos.
Además, la activa participación de los fondos de inversión, con la compra de contratos de trigo, fue el otro factor alcista relevante de la rueda. En ese sentido, los operadores advierten que el mercado del grano fino se muestra particularmente sensible a la entrada de estos importantes jugadores, que estarían incrementando su presencia en las plazas de materias primas a modo de resguardo de un brote inflacionario en los Estados Unidos.
El riesgo cuando mercados como el del trigo se vuelven solo «refugio» de intereses financieros es su desacople de los fundamentos propios del mercado agrícola y la posibilidad siempre latente de que los especuladores lo abandonen súbitamente.
En cuando a los fundamentos propios, si bien hay rumores de interés chino por el trigo estadounidense, ayer la consultora rusa IKAR elevó de 82,50 a 82,80 millones de toneladas su estimación sobre el volumen de la cosecha de trigo en Rusia, el principal exportador mundial del cereal. Esa proyección superó los 80,90 millones calculados por SovEcon, la otra consultora rusa influyente sobre el mercado, y los 78 millones de toneladas previstos por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
A la oferta rusa se suma en la actual campaña el retorno de Australia al circulo de los países exportadores de trigo, tras dos campañas con saldos exportables mínimos, producto de la sequía que golpeó la producción agrícola de ese país. Actualmente las estimaciones privadas ubican la cosecha australiana entre 26 y 28 millones de toneladas, mientras que las ventas externas superarían los 17/18 millones, contra los 9,5 millones del año pasado.
Fuente: La Nación Rural.