Las exportaciones de soja y sus principales derivados generaron en el primer bimestre ingresos por 3.141 millones de dólares, un 89,4 por ciento más que los 1.483 millones del inicio de 2020.
Si a esta cifra se descuentan los granos importados de Paraguay y Brasil para su procesamiento en las plantas ubicadas a la vera del Río Paraná, el complejo sojero inició el año con una exportación neta de 3.098 millones de dólares, más del doble de los 1.447 millones de dólares conseguidos entre enero y febrero del año pasado.
Es decir, que el poroto, la harina, el aceite y el biodiesel ya dejaron en el país 1.650 millones de dólares más que hace un año, según datos que forman parte del Informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Productos
La diferencia principal la marcaron las harinas y pellets, que totalizaron 1.943 millones de dólares en exportaciones entre enero y febrero, un 89,4 por ciento o 917 millones de dólares más que en el mismo período de 2020.
Por su parte, el aceite aportó exportaciones por 1.045 millones de dólares, duplicando los 519 millones del ejercicio anterior.
El biodiesel, en tanto, fue lo que más se incrementó: 190 por ciento, de 50 millones de dólares a 145 millones.
Por el contrario, las ventas de poroto sin procesar solo generaron nueve millones de dólares, 55 millones u 86,5 por ciento menos que los 64 millones de dólares del comienzo del año pasado.
Este aporte de la soja fue fundamental para que pudiera sostenerse el superávit comercial argentino, que en el primer bimestre fue de 2.131 millones de dólares.
Gracias al empuje de las exportaciones sojeras, impulsadas por los precios internacionales altos en términos históricos, el comercio exterior de Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) fue el único que creció: 45,5 por ciento.
Los productos primarios, en cambio, redujeron 21,7 por ciento su volumen exportado, principalmente por una caída significativa en los envíos de trigo.
Fuente: Agrovoz.