La falta de lluvias y las altas temperaturas de las últimas semanas dejaron en una situación crítica muchos de los lotes que ya fueron sembrados en la región agrícola núcleo, que abarca el sur de Santa Fe, el norte bonaerense y el sudeste de Córdoba. La mitad de las 200.000 hectáreas que se sembraron en la zona con maíz temprano están en estado regular y el 5% en una mala condición. En tanto, hay casi 1,5 millones de hectáreas de soja de primera entre regulares y malas condiciones.
El dato surge del último informe realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Según detalló la entidad, con las últimas lluvias de la semana “el 43% de la región recibió menos de 10 mm”. No habrá precipitaciones “en los próximos 7 días” y se observarán temperaturas superiores a las normales.
“Estamos en una situación muy crítica y, lamentablemente, vemos que sin pronósticos de lluvias se van a seguir recrudeciendo los problemas. En especial, vamos a empezar a tener grandes pérdidas en lo que es lotes de soja. También hay que ver cómo sigue el maíz temprano que, si bien es una parte muy chiquita, ya estamos hablando que la mitad está regular y un 5% malo”, advirtió Cristian Russo, jefe de estimaciones de la BCR.
“La tercera parte de la superficie implantada con soja de primera está en situación regular”, dijo. En rigor, hay 200.000 hectáreas malas y 1,23 millones de hectáreas regulares.
“En el sur de Santa Fe, como en Sancti Spiritu, advierten que se han secado plantas y hay problemas de implantación. En el sudeste de Córdoba y el noroeste bonaerense más de la mitad de los cuadros de soja de primera están entre regulares y malas condiciones. En el nordeste de Buenos Aires se advierte muerte de plántulas y cuadros muy estresados”, explicaron en la entidad. En condición “buena” se encuentra un 55% de la región y un 10% se clasifica como “muy buena”.
En la zona núcleo se sembró el 83% de lo que se esperaba implantar con la oleaginosa. “A pesar de la nula humedad edáfica, la siembra de soja de primera avanzó sobre 330.000 hectáreas en la última semana. En el centro sur de Santa Fe, en el extremo sur provincial y en el sudeste de Córdoba están completando los últimos lotes que faltan”, indicó. En el norte bonaerense las siembras “están frenadas en el 50%, pero se espera un repunte de la actividad en los próximos días”.
Como se mencionó, con las últimas lluvias el 43% de la región recibió menos de 10 mm. Son “escasos e insuficientes”. Russo comentó: “Igualmente es muy importante porque como estamos con los suelos secos dependemos de las lluvias para que que llegue agua a los primeros centímetros del suelo, que es donde están las raíces de la soja y el maíz que están en período de crecimiento”.
Impacto
En este contexto, los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) realizaron un relevamiento que dio cuenta de la “preocupante situación” que vive el sector por culpa de las adversidades climáticas.
El relevamiento, realizado por técnicos de la organización sobre una muestra de 1380 empresarios agropecuarios de diferentes regiones, registró que solamente considerando las adversidades climáticas en los cultivos de trigo y cebada “las pérdidas económicas se calculan en torno a los 3300 millones de dólares”.
Asimismo, sostienen que el problema también se presentará en los cultivos de verano, los cuales registran retrasos en su implantación en muchas zonas. En rigor, ya advierten “una reducción del 30% de la superficie de maíz en fecha de siembra temprana respecto de la planificada, al tiempo que la implantación de soja, si bien crecería en superficie, registra demoras en varias regiones”.
“En cualquier caso, buena parte de la oferta de granos gruesos prevista para marzo y abril de 2023 no estará disponible por las demoras en las siembras en muchas regiones afectadas por sequía”, señaló Ariel Angeli, líder de la unidad de I+D de CREA. “Esa reducción de la disponibilidad de granos, además de un problema para las empresas agrícolas, también representará un desafío para la economía por la menor disponibilidad de divisas”, añadió.
Por otra parte, alertaron que como la sequía y las heladas tardías redujeron la oferta de recursos forrajeros en la mayor parte de los establecimientos ganaderos la situación se torna “complicada en lo inmediato para asegurar la condición corporal de los vientres de cara al servicio, así como también en el mediano plazo para lograr indicadores de destete adecuados”.
Asimismo, las empresas tamberas también están afectadas. En rigor, detallaron que un 76% informó de retrasos en la siembra de cultivos de verano superiores a los 15 días respecto de las fechas óptimas, mientras que un 24% señaló que debió reducir el área prevista de dichos cultivos por falta de humedad.
Por: Pilar Vazquez
Fuente: La Nación Campo.