“La agricultura 4.0 es una evolución natural de lo que conocemos como agricultura de precisión, o agricultura inteligente. La agricultura 4.0 a través de la digitalización transforma todos los segmentos de la cadena productiva. En esta nueva agricultura, el dato tiene un rol fundamental debido a que permitirá la interoperabilidad entre todos los actores del sistema», fueron palabras de la Dra. Natalia Iglesias, en un curso de Agricultura de precisión realizado por el INTA Manfredi.
En esta agricultura 4.0 tiene un rol fundamental la Internet de las cosas donde se busca que todo este conectado. Y al decir todo nos referimos tanto a los objetos a través de sensores, actuadores, como también personas, procesos y datos. A su vez todas estas cosas que están conectadas, deben ser programables, y a su vez generan nuevos datos para luego ser analizados y utilizados para buscar resultados.
Desde otra fuente como es la exposición anual que se realiza en Las Vegas llamada “Consumer Electronics Show” en su edición 2019, John Deere mostró una «Cosechadora Conectada».
Y en la edición 2020 la misma empresa presentó toda una solución en la que, en el contexto de la cuarta revolución industrial, involucra Inteligencia artificial aplicada a equipos agrícolas autónomos para operaciones de barbecho, siembra y cosecha de cultivos, que involucraban sensores de humedad, analizadores de suelo (para dosificación inteligente de abonos, herbicidas y fungicidas), drones que pueden realizar actividades de siembra y monitoreo de cultivos, así como pequeñas estaciones meteorológicas estratégicamente colocadas, para sensar la humedad, temperatura y variables del ambiente para riego inteligente.
En otras palabras, las máquinas interconectadas con los centros de gestión de la información pasan a ser colectoras de datos, al igual que las centrales de clima y agua.
Los datos suben a una plataforma sin necesidad de usar elementos de memoria como discos rígidos o pen drives. Se colectan datos de tipo agronómico y de tipo mecánico. Utilizando la máquina de cada operación es posible medir el rinde de cada cosecha con la humedad y la calidad de grano, mapas de cosecha, datos del suelo, fertilidad y fertilizaciones, siembras con diferentes híbridos, ataques de plagas y distintos tratamientos para su control, presencia de malezas.
Es decir, todos los factores que hacen a la producción agropecuaria que hasta la llegada de esta forma de cultivar, eran solo cuantificados por el ojo clínico del productor y del técnico en la recorrida a campo, ahora son medidos a la distancia, transformados en datos y subidos a una plataforma.
Entre los datos contabilizados en la plataforma estan los de funcionamiento de cada equipo. Por ejemplo de cada tractor, se miden los parámetros del motor, transmisión, hidráulico y sus prestaciones. Así se anticipa la necesidad de ejecución de cada operación de mantenimiento y de cada reparación. Una manera consistente de bajar los costos de operación de los equipos.
En la misma plataforma estan conectados los especialistas en el seguimiento de los equipos por un lado, y los dedicados al seguimiento de las actividades del campo (lotes, cultivos, rodeos, corrales). También los hay dedicados al clima y a los mercados, entre otras áreas comprometidas en el proceso de producción agropecuaria.
Y toda la información se puede ver y procesar desde la pantalla de la PC, de la Tablet y del Smart phone, a distancia y on line, es decir desde cualquier lugar geográfico y de manera continua en tiempo.
Los productores ya usan a campo esta tecnología apoyados en el trabajo de distintas empresas, algunas dedicadas al desarrollo de plataformas que mejoran el manejo agronómico, otras de maquinaria agrícola que con sus plataformas mejoran las prestaciones de sus equipos, permiten la administración de flotas a distancia y bajan sus costos de operación.
Volviendo a la Iglesias, ella explica que “al hablar de innovaciones en el agro les puedo decir que vamos a un campo totalmente conectado donde los tractores serán dispositivos autónomos, o sea sin conductor, y con esa visión el foco se pone en el desarrollo de tecnologías de sensado y actuadores, así como la generación de nuevos procesos, métodos de algoritmo para integrar esa información y así producir tecnología para agricultura de precisión, eficiente precisa y de calidad”.
“En este escenario es clave contar con una estructura de comunicación estandarizada, y es en este punto donde la norma de comunicación ISOBUS juega un rol fundamental” sostiene la especialista. La norma ISOBUS permite conectar de manera transparente los dispositivos electrónicos y los sistemas informáticos de tractores y máquinas de distintas marcas y trabajos, sin complicaciones ni demoras. Podría decirse que ISOBUS es el acople de 3 puntos del siglo XXI.
Las plataformas ayudan a generar conocimiento a través del análisis de los datos, proceso que convierte los resultados de este año en datos del próximo año y con ellos se pueden planificar las mejoras de los próximos rindes, la baja de costos, el aumento de la eficiencia y de la rentabilidad. De esta manera productores, técnicos e investigadores son impulsores del cambio en el que la agricultura es protagonista en la que se avanza más allá del mejor uso de insumos, hacia resolución de escasez de alimentos con la agricultura sostenible.
Fuente: Clarín Rural.