Sin compras de China a la vista, el valor de la soja cerró ayer con una baja del 1,48% en la Bolsa de Chicago, donde los operadores siguen esperando que la «fase uno» del acuerdo entre Estados Unidos y China -se firmó el miércoles pasado- se traduzca en beneficios concretos e inmediatos, algo que hasta ahora no ocurrió.
Al cierre de los negocios, las pizarras reflejaron quitas de US$5,05 y de 4,87 sobre los contratos marzo y mayo de la soja, cuyos ajustes fueron de 336,57 y de 341,62 dólares por tonelada.
La evolución negativa de los precios de la soja en la plaza estadounidense se complementó con el avance de la cosecha en Brasil, donde ya nadie pone en duda la obtención de un volumen récord, en torno de los 123 millones de toneladas, y donde la persistente devaluación del real frente al dólar -la paridad pasó ayer de 4,1863 a 4,2123 reales por dólar- mejora la competitividad de las ventas externas brasileñas, en detrimento de las aspiraciones de los exportadores estadounidenses.
El inminente inicio de las celebraciones en China por el Año Nuevo, que se extenderán entre el sábado próximo y el 8 de febrero, también preocupa a los operadores, porque en ese período la actividad comercial china cae abruptamente. Así, la posibilidad de que los términos del acuerdo se comiencen a traducir en hechos concretos antes de mediados de febrero es muy baja.
Además, nadie olvida que los negociadores chinos lograron aclarar en el texto del acuerdo que sus compras se harán «según las condiciones del mercado» que, en rigor, hoy ubican a Brasil como el polo de oferta más conveniente.
Por último, el combo bajista que arrastró los precios de la soja incluyó también al coronavirus, que ayer provocó la caída de los principales indicadores bursátiles globales tras ser detectado en China, donde ya ocasionó la muerte de 6 personas y más de 300 infectados, y luego de la confirmación del primer caso en Estados Unidos. La posibilidad de que el virus -se transmite de persona a persona- se propague al punto de afectar el crecimiento económico chino entró entre las frías variables que el mercado analiza.
En la plaza local, la Bolsa de Comercio de Rosario indicó que la única oferta abierta de las fábricas -sobre el cierre de la rueda- fue de $15.000 por tonelada, equivalente a US$250,42. Por fuera de la entidad, y según los volúmenes comprometidos, hubo operaciones entre 255 y 260 dólares.
Las pizarras del Matba Rofex reflejaron bajas de US$2 sobre los contratos enero y mayo de la soja, cuyos ajustes fueron de 265 y de 234,60 dólares por tonelada.
Acerca del trigo, por lotes grandes la oferta para Rosario subió de 190 a 200 dólares por tonelada.