El gobierno argentino está usando el maíz 2022/23 –que comenzará a cosecharse recién en marzo próximo– para hacerse de recursos y eso representa un eventual riesgo comercial para el cereal de la próxima campaña.
La normativa vigente establece que, una vez declarado un embarque, el 90% del derecho de exportación (12% en el caso del maíz) debe abonarse por adelantado.
La cuestión es que este año el gobierno habilitó –de manera muy temprana– un cupo de exportación de maíz 2022/23 de 10 millones de toneladas, el cual, en función de la normativa vigente, comprende una cuota de libre disponibilidad de 9,0 millones, dado que el 10% opera como margen de seguridad.
Hasta el momento se registraron embarques de maíz 2022/23 por 7,02 millones de toneladas, una cifra, suponiendo una oferta exportable similar a la del ciclo 2021/22, que representaría casi el 20% del volumen total.
La cuestión es que, al ritmo actual y teniendo en cuenta las urgencias financieras del Estado nacional, no puede descartarse que, al momento del inicio de la cosecha de maíz temprano, la mayor parte del cupo de exportación haya sido ya completado.
Por el momento, los valores internos están alineados con los internacionales porque las compras de maíz 2022/23 realizadas por los exportadores están lejos de las declaraciones de embarques.
Según el último dato oficial, correspondiente al pasado 24 de agosto, los exportadores habían comprado 4,08 millones de toneladas de maíz 2022/23, lo que implica que deben seguir originando mercadería para “empalmar” el volumen de los embarques declarados.
Sin embargo, es de vital importancia seguir la evolución de los registros de declaraciones de exportaciones de maíz 2022/23, junto con las compras del mismo, dado que ambos datos son centrales para la formación de precios del cereal en el mercado interno.
Las principales zonas productoras de maíz temprano –NOA, NEA y la región núcleo pampeana– están atravesando una restricción hídrica y tienen por delante un posible evento “Niña” que podría complicar aún más la situación de humedad.
En condiciones normales, los valores del contrato Maíz Rosario Abril 2023 estarían “ardiendo”, pero no es el caso, aunque –veamos el lado bueno del asunto– siguen copiando la evolución de la posición “melliza” en el estadounidense CME Group (Maíz Marzo 2023).
Pero el mercado argentino de maíz 2022/23 está muy lejos de la normalidad porque, además de tener exportaciones intervenidas en un régimen de cupos, debe aportar, en el marco de una exigencia o pedido especial del gobierno (como prefieran considerarlo), retenciones anticipadas por medio del adelantamiento de registros de embarques.
Eso implica que no puede descartarse el riesgo de que, ante un fracaso de la cosecha de maíz temprano, se presente insólitamente un escenario de precios “planchados” en plena recolección del cereal al encontrarse los mismos –a causa de la intervención oficial– completamente desconectados del balance de oferta/demanda tanto local como internacional.
Por Valor soja.
Fuente: Bichos de campo.