Luis Basterra está en un Ministerio de Agricultura que, por la pandemia, tiene mucha menos gente que lo habitual. De 1000 que posee en Paseo Colón al 900, hay 80 en sus puestos físicos. El resto está online. Mate en mano, está con su computadora personal sobre el escritorio donde recibe las visitas. Muestra nueces que le regaló su hijo. Va y viene con todos los temas. De la relación con la Mesa de Enlace, los ataques a silobolsas, la toma de tierras, de Juan Grabois, la situación actual del campo, la ley de semillas, la ley de tierras, entre otros. Anticipa, por ejemplo, que el Gobierno está buscando instrumentos que faciliten la inversión extranjera sin que se extranjerice la tierra. De todo esto habló en una entrevista con LA NACION.
-Tras la última reunión con usted la Mesa de Enlace dijo que no hubo avances con el Gobierno. ¿Coincide con el diagnóstico de la Mesa de Enlace de que no se terminan de resolver los problemas?
-Yo tengo una visión distinta. El escenario difícil que nos tocó tomar en una primera instancia con un país que se propuso la lucha contra el hambre, y que tras esa convocatoria apareció un problema como la pandemia, nos cambió las posibilidades de articular e incluso nos cambió objetivos estratégicos de largo plazo por de corto plazo para sobrellevar una situación de crisis. A diferencia de lo que han expresado, entendemos que el sector respondió de una manera muy madura y hemos articulado todos los protocolos que permitieron que ninguna de las actividades en la Argentina se hayan detenido y la que tuvo algún inconveniente de manera articulada la hemos resuelta.
Cada vez que ha aparecido un problema, como fue los delitos en el ámbito rural con su expresión más visibilizada como la rotura de silobolsas, nosotros reaccionamos constituyendo el primer espacio de articulación entre el Ministerio de Agricultura y de Seguridad, pero no sólo a nivel nacional sino con los Ministerios de Seguridad y de Agricultura en las provincias para trabajar sobre delitos que no son federales.
En todo momento hemos expresado nuestro repudio a estas acciones y hemos desechado cualquier intencionalidad política porque es impensable que un proyecto como el nuestro ataque contra lo que entendemos es uno de los tractores de la economía nacional. Hemos considerado, además, los reclamos y las posiciones al momento de definir las retenciones, de considerar que son de facultad del Poder Ejecutivo que el presidente decidió autolimitarlas a valores que están en los márgenes que reimpuso Mauricio Macri.
-¿Los márgenes o el nivel?
-El nivel que puso Mauricio Macri. Nosotros, salvo el tope que pusimos pero que no utilizamos en el caso del maíz y el trigo, del 15%, sostuvimos el 12% que puso Mauricio Macri y bajamos en arroz, algodón, girasol y economías regionales. Por lo tanto, en términos de consistencia fiscal nuestras decisiones fueron sostener las de Mauricio Macri, solo incrementar las de soja en tres puntos que están siendo devueltas para redistribuirlas entre pequeños y medianos productores. Ya está todo el procedimiento de circuito legal para efectivizarla.
Que se declare actividad esencial lo conseguimos desde el primer momento, desarrollamos protocolos para garantizar la vida de los operarios y de los productores, se colaboró y se intervino de manera directa para habilitar la circulación, se trabajó sobre protocolos para que se permita la circulación entre jurdiscciones, algo que estuvo muy difícil, pero que finalmente se logró y eso en todos los casos estuvo la Nación interviniendo. Hoy tenemos nuevos desafíos, que es que circulen los trabajadores temporales entre regiones para cumplir las tareas.
-¿Y en cuánto al tema impositivo?
-Tenemos una posición consistente. Mauricio Macri tuvo que acceder al requerimiento del Fondo Monetario Internacional de aplicar retenciones, pero las aplicó con un criterio de absoluta irresponsabilidad fiscal, que es haber ligado esa vuelta de retenciones a un porcentaje pero de un dólar fijo, cuando tenía en sus planes una devaluación que fue violenta, haciéndole un guiño al sector: ‘muchachos no se preocupen, con la devaluación se licúan las retenciones’. Eso es de una irresponsabilidad absoluta.
Nosotros bajamos a 7% en girasol, bajamos a 5% arroz, a 5% algodón, a 5% las economías regionales. Hemos dado muestras de que hemos puesto un horizonte de certidumbre al sector y esto se tradujo, más allá de las apreciaciones subjetivas, en una expresa voluntad de incrementar la superficie de trigo que no se dio por las condiciones climáticas. Se da en una expresa voluntad de incrementar los cultivos de verano, que aspiramos que con las lluvias recientes se puedan cumplir.
-¿Tiene previsto volver a reunirse con la Mesa de Enlace?
-Sí, claro, de hecho estuve cerrando un congreso de CRA (de fundaciones contra la aftosa). Desde el momento que me la piden nunca pasó más de dos semanas que le di fecha.
-¿Se siente más cómodo con la Mesa de Enlace o con el Consejo Agroindustrial?
–Me siento cómodo con todos porque a los cuatro representantes de la Mesa los conozco y tengo una relación personal de mucha cordialidad y estoy siempre dispuesto a escuchar la representación gremial. La diferencia con el Consejo Agroindustrial es que trabaja más no solo aspectos vinculados estrictamente al sector que representa, sino a un modelo de articulación entre sectores, con lo cual es una visión más holística, más amplia que permite imaginar una mayor integración con el consecuente incremento de una competitividad sistémica que uno aspira a tener en un sistema agroindustrial.
-Jorge Chemes, de Confederaciones Rurales Argentinas, dijo que le ponía menos 10 a la política para el agro…
-Voy a preguntarle dónde está el examen porque yo no nunca me enteré que me tomaron un examen. Son expresiones que tienen una percepción subjetiva y no objetiva y yo las acepto. La percepción en el contexto que estamos es el incremento de producción, el incremento en la capitalización de los productores en bienes de capital; es una demostración que las unidades productivas están funcionando.
-¿Hoy al sector le cierran los números? ¿Está bien?
-En este contexto es un sector que está transcurriendo la pandemia con mucho compromiso pero a la vez con resultados que no son iguales en todas las regiones, en todos los cultivos, pero que varios de ellos están progresando, evolucionando positivamente. Muestra de ello es que hoy los productores tienen stocks de productos no vendidos y que van liberando para cubrir sus compromisos o para realizar inversiones en bienes de capital y esto nos parece muy razonable como una estrategia de una unidad productiva y que demuestra que el sector reinvierte por primera vez en la medida que lo está haciendo en los últimos cuatro años porque el volumen de adquisición de maquinaria este año es superior al de los cuatro años. Probablemente hayan tenido beneficios en otra oportunidad, pero los beneficios no los colocaban en la manera que los está colocando hoy en bienes de capital. Están con turno para marzo (las fábricas de maquinaria).
-Pero hay problemas con gomas (para la maquinaria).
-Ahí es donde se entiende la importancia de interrelacionar los sistemas, porque la posibilidad de mejora de un bien de capital está ligado a la disponibilidad de divisas. Entonces, en nosotros como Estado está brindar instrumentos que le permitan salir de lo que el considera un activo de calidad como el grano a otro activo de calidad que puede no ser físico, que puede ser financiero y por eso nosotros trabajamos el concepto de dólar linked. El dólar linked es un instrumento a medida que va subiendo la cotización del dólar a la cual vende sus granos.
Es cierto que es un cambio cultural, pero es bueno que empiece a probar este instrumento. El productor lo que hace es cambiar un activo de calidad como el grano por otro de calidad como la maquinaria agrícola. Lo que tenemos que lograr es que entienda que salir de un activo de calidad como el grano tiene en otra punta otro activo de calidad financiera que es el bono dólar linked o la compra de equipamiento.
-¿Puede haber una prórroga para la rebaja de retenciones después de enero, para que siga más meses?
-No está en consideración de parte nuestra.
-¿Puede haber nuevas medidas para que el productor venda más?
-Las medidas que buscamos son aquellas que le den confianza para que siga comprometiéndose en la producción agropecuaria en la medida que ha respondido este año. Tenemos récord de exportaciones, hemos cumplido por primera vez la cuota (de 20.000 toneladas de carne) de Estados Unidos, hemos cumplido con la cuota Hilton (para Europa).
-¿Hay algo que aprendió este Gobierno con respecto a cómo antes actuó el kirchnerismo con el campo?
-Todos los días se aprende. Todos los días aprendemos ambas partes, el campo aprende y nosotros aprendemos. A veces tenemos que reaprender ambas partes y la única forma es con el diálogo, con la articulación. Nosotros hoy estamos mostrando una consistencia en la política de derechos de exportación y el sector agroindustrial ha planteado que, si bien su aspiración es la reducción, sabe que no pueden pedir derechos de exportación cero. Aspiran a que las medidas que impacten sobre los derechos de exportación sean sobre los aspectos incrementales de los actuales niveles de exportación. Eso nos parece razonable.
-¿El productor tiene que estar preocupado cuando habla Juan Grabois (por las tomas de tierras) o Juan Cabandié (por sus ataques ante los incendios)?
-Ahí hay dos situaciones distintas. Grabois no es funcionario. Cabandié asume sus posiciones, las cuales tienen una lógica. Tiene una responsabilidad y busca cuáles son los determinantes para que esa responsabilidad se cumpla de manera ajustada y lo cierto es que en la búsqueda de los causales de distinto tipo, uno de ellos es que se percibe que han sido las malas prácticas que se han llevado adelante en determinadas zonas. Y esto no lo dice Juan Cabandié. Lo dicen las sociedades rurales, CRA, cuando hay malas prácticas hechas por determinados productores. No es un problema de Juan Cabandié, es un problema del sector cuando se llevan adelante malas prácticas. De esto podemos dar fe quienes somos del norte, donde estas sí son prácticas muy comunes y después el ganadero tiene que reemplazar los alambres porque se los quemó un vecino. Prender fuego un campo sin un plan de manejo es un delito.
-¿Y si te lo prenden?
-Es un delito del que lo prendió. Tengo ganaderos amigos que me reclaman cómo hacer porque su vecino le ha incendiado el campo, hizo que la hacienda se desplace a otro lado y luego vuelve la mitad de la hacienda. Hay productores que reclaman que la Justicia intervenga porque otros han hecho malas prácticas. Eso se soluciona con la denuncia y la Justicia actuando. Hay una ley de manejo del fuego que establece que se puede usar bajo determinadas condiciones y planes. Si no está ese plan y no fue un rayo, una gota de rocío que generó un prisma y generó el incendio, hay alguien que es responsable. Puede ser desde un conductor que tiró el cigarrillo a alguien que usó el fuego como una práctica para esperar que se renueve el pasto que estaba pasado como se dice en el norte. Igual que el que tiene un problema personal con alguien que lo hace mucho más intencionalmente para generar un daño, como es el caso de los silobolsas. La mayoría de los casos de silobolsas que han sido intencionales, no por producto de que el plástico era malo o algún animal lo rompió, cuando se descubre a los actores tienen algún problema económico o personal. Hasta ahora no hubo uno solo cuyo origen haya sido político.
-¿Qué opina del proyecto de Máximo Kirchner con relación al fuego (para castigar el cambio de uso del suelo con un fuego intencional)?
-En la Argentina la responsabilidad sobre el ambiente es una potestad delegada por la Constitución a las provincias, por lo tanto los planes de ordenamiento territorial que definen el uso del suelo corresponden a las provincias. A partir de la ley de bosques se definieron tres categorías de bosques, verdes, amarillos y rojos.
Cuando alguien intencionalmente usa el fuego para hacer un cambio de uso del suelo no permitido es un delito. Lo que apunta la ley es que cuando es intencional, además de las restricciones que establece el plan de reordenamiento de suelos de una provincia, tenga una restricción adicional que no se permita el cambio de uso del suelo cuando ese fuego es intencional. Le pone una pena a lo que está establecido porque hubo casos concretos donde se pasó de un bosque a una pradera con estas prácticas y, más aún, se ha pasado de un bosque a un campo para loteo inmobiliario a partir del uso del fuego. Lo que hace es reforzar el instrumento que tiene una provincia para sancionar a aquellos particulares que hacen un cambio de uso no autorizado. Hay un delito en el cambio de uso no autorizado.
-¿Puede haber ley de semillas?
-Es mi intención, es un debate en el que tenemos que profundizar y resolver porque el sistema necesita. El tema es cómo hacemos para equilibrar derechos de la propiedad intelectual con el estímulo que significa el monopolio del derecho de la propiedad intelectual para generar nuevas variedades y el acceso a esos productos que tienen derechos de autor, y compatibilizar lo que son los derechos de propiedad intelectual de los eventos de las variedades. Ahí está la clave de compatibilizar intereses de los que desarrollan variedades, de los que desarrollan eventos genéticos y de quienes son los usuarios. Se han alcanzado consensos, con lo cual a mi me da una expectativa de oportunidad para que alcancemos una nueva norma.
-¿Para 2021?
-Mi olfato me dice que en un año electoral es complejo, pero mi interés sería que sí. Cuando antes podamos tener una nueva ley contribuye a bajar la incertidumbre a la cadena. Si tenemos una buena ley de semilla va a contribuir a dar certeza.
-Generó mucho ruido la aprobación del trigo transgénico y 16 cámaras se pronunciaron en contra. ¿Qué tiene para responder?
-Nosotros cumplimos con la normativa que define que, si hay un evento que cumple con los criterios de bioseguridad, de interacción ambiental, los criterios de mercados, no tenemos ninguna potestad de prohibirlo. Respetando todos los procedimientos lo que se hizo fue habilitar. Como había un campo de incertidumbre que es el posicionamiento de este tipo de producto en el mercado, tomamos en consideración el mercado más importante que tiene la Argentina. En tanto no se habilite el ingreso a Brasil no se habilita la producción comercial. Hemos recibido aplausos y reclamos. Así como hay 20 y pico que han reclamado hay otros 30 que están contentos. Nos ajustamos a la norma y la norma ya no tenía ninguna restricción para que no habilitemos el evento. Creemos que si Brasil habilita es una gran oportunidad para posicionar un producto que ha mostrado inocuidad para la salud y en el ambiente.
-¿No ve riesgos?
-Hay riesgos como en todas las actividades humanas, vemos un riesgo que es acotado porque debe ser aprobado por el principal comprador.
-¿Qué rol va a cumplir el abogado Eduardo Barcesat como asesor en Agricultura?
-Fue clave en la ley de tierras y Mauricio Macri hizo una modificación que habilita revisar porque no cumple con el concepto original de la ley. Ese es uno de los campos que puede contribuir. Yo trabajé con él en 2010 en la ley de tierras. Tiene todos los galardones para ser asesor del Presidente, no de un simple ministro. Hay cuestiones que pueden ser repensadas en líneas que no extranjerice la tierra pero sí que habilite la inversión extranjera. Hay empresas que dicen que no vienen a invertir porque no pueden comprar el suelo, entonces, la pregunta es: ¿es un negocio inmobiliario o es un negocio que tiene la seguridad que ese suelo que no les pertenece va a tener la función para la inversión a largo plazo? ¿Cuál es la solución? ¿Extranjerizar o dar la seguridad de que su inversión va a subsistir un tiempo hasta que madure su proyecto?
Busquemos una solución de compromiso para que una empresa pueda radicarse, hacer una forestación que madure 15 o 20 años y lo pueda hacer en un campo de un argentino. Es poner este tema en análisis, la posibilidad de inversión sin tener que extranjerizar el suelo. Estamos revisando los instrumentos para que, sin extranjerizar el suelo, puedan servir, promover la radicación de capitales en inversiones de largo plazo.
Toma de tierras y el caso Etchevehere
Respecto del caso del exministro Luis Miguel Etchevehere, que denunció que su campo fue usurpado, Basterra expresó los siguientes conceptos:
- «Lamento que una familia esté peleando por plata, yo aspiro a que las familias tengan las relaciones más armónicas que vienen de los lazos de sangre, y lamento más cuando, además, se trata de hacer de esto una cuestión política. Me cuesta comprender porque yo jamás usaría una situación de esta naturaleza para ponerlo en clave de un conflicto político».
- «No podemos estar a favor de una toma de tierras, ahí no hay toma de tierras, hay un conflicto entre herederos de una familia, llevarlo al campo de la usurpación y ponerlo como un problema político desnuda la calidad de quien está impulsando esta cuestión, Luis Miguel Etchevehere».
- Para Basterra, en este escenario Grabois aparece como «abogado e invitado por una de las partes, como articulador de un espacio social a la que la heredera, presuponiendo derechos sobre esa tierra hace una donación de parte de esta tierra para la radicación de agricultores. No está haciendo una donación para un emprendimiento inmobiliario».
- El ministro dijo, más allá de este caso, que «usurpaciones, toma de tierras, rotura de silobolsas son todos delitos».