Ya había malestar por el impuesto a «las grandes riquezas», pero la decisión del Gobierno de bloquear nuevas exportaciones de maíz determinó que empiecen a tomar forma varias protestas del campo.
Esta semana será clave para ver la potencia de las medidas de fuerza y la representatividad de los grupos autoconvocados y de la Mesa de Enlace.
Pasado mañana empezará la movilización de los ruralistas. Entonces, en Bell Ville, se iniciará una ronda de protestas que seguirá al otro día, jueves 7 de enero, en Pergamino. El 8 de enero la convocatoria es en el cruce de la autopista 12 y la ruta 34, para terminar el 9 de enero en la intersección de la ruta 9 y la 178, en la cercanía de la localidad santafesina de Armstrong, provincia de Santa Fe.
Además, para estos días se esperan definiciones sobre la posibilidad de otro tipo de medidas, como la convocatoria a un paro agropecuario de varios días, que, incluso, podría incluir controles en las rutas. Además, según se informó en las entidades, empezará una semana de deliberaciones vía remota entre dirigentes rurales y productores para determinar cuáles serán los próximos movimientos del sector.
El Gobierno argumentó que la medida, frenar las ventas al exterior, se tomaba para asegurar el abastecimiento local de maíz para sectores que lo utilizan para producir, como es el caso del sector avícola, entre otros.
Los productores sostienen que la medida se tomó en plena siembra del maíz para la campaña 2020/2021 y cuando, según el Ministerio de Agricultura, ya se lleva autorizada la exportación de 34,23 millones de toneladas de maíz de la campaña 2019/20, sobre un total exportable de 38,50 millones de toneladas.
Según un informe de las bolsas de cereales y comercio de Rosario, Bahía Blanca, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Chaco, la decisión implica perder US$810 millones en exportaciones.
Fuente: La Nación Campo.