Clima: La Niña continuará afectando los cultivos durante el verano

Recién en enero de 2021 comenzará a disiparse La Niña, pero sus efectos continuarán durante el verano y los productores deberán esperar hasta comienzos del otoño para que el clima retorne a la normalidad.

Esta proyección fue realizada por el meteorólogo Leonardo de Benedictis en un webinar organizado por la consultora AZ-Group.

De Benedictis recordó que el fenómeno La Niña tiene su origen en el enfriamiento del océano Pacífico central, pero genera una circulación a gran escala distribuyendo humedad de manera diferenciada en todo el mundo. Así, generalmente provoca lluvias por debajo de lo normal en la Argentina, centro y sur de Brasil y sur de Estados Unidos, mientras que incrementa los registros en Australia y Sudáfrica. Sobre los países de Europa y Asia tiene poco impacto.

El experto proyectó un inicio complejo para la campaña de granos finos en Estados Unidos, por perspectivas de lluvias escasas sobre todo en el sur del territorio, en noviembre y diciembre. «En enero podrían reanudarse las precipitaciones, aunque con registros limitados por ingresar al invierno», indicó.

Por su parte, Brasil está sufriendo un clima con tendencia a seco en la principal región agrícola por retraso de la reanudación de las lluvias primavera, que podrían demorarse hasta principios de diciembre. La humedad de los suelos será suficiente para la siembra de soja de segunda, pero se enfrentarán complicaciones en la implantación de cultivos tempranos.

Respecto de la Argentina, para los meses de noviembre y diciembre Benedictis pronosticó lluvias por debajo de lo normal en una vasta región que comprende el norte de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Santiago del Estero, centro y norte de Santa Fe y centro y norte de Córdoba.

En tanto, se podrían concretar registros por encima del promedio en las provincias del noroeste argentino, San Luis, La Pampa, Mendoza y sur de Córdoba, en virtud de recibir humedad que se originará en la región cuyana y en el NOA.

En enero comenzaría a perder fuerza el evento La Niña según los principales centros de pronóstico. Por esa razón, y por la paulatina regularización de las lluvias en Brasil, empezaría a normalizarse el aporte de humedad para el NEA. No obstante, seguirían los registros limitados para el norte de Córdoba, centro y norte de Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero y norte y centro de Buenos Aires. Simultáneamente, mejorarían los registros en las provincias cercanas a la Cordillera.

Al considerar una perspectiva global para el verano, afirmó que «es muy probable que La Niña genere eventos violentos, con grandes caudales de lluvia, pero seguidos de largos períodos sin precipitaciones o con registros muy bajos hasta el nuevo evento».

En materia de temperaturas, de Benedictis predijo pocas olas de calor durante el verano, pero con picos muy altos y ascensos y descensos fuertes en poco tiempo. En este contexto, habría mejores perspectivas para los cultivos tardíos que para los tempranos.

Fuente: La Nación Campo