La Cámara de la Industria Aceitera de Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) estimó en 3.000 millones de dólares las pérdidas que sufrirá la cadena argentina de la soja este año por el impacto del coronavirus.
«Esta situación del coronavirus afectó primero al precio de la soja, que pasó de 360 dólares a 305 dólares. Esa caída representa para Argentina alrededor de 3.000 millones de dólares al año de pérdida de precio y de ingresos de divisas«, explicó Idígoras en una entrevista con la agencia Télam.
Desde la confirmación del primer caso positivo de covid-19 en Argentina, las medidas de aislamiento social tomadas por el Gobierno, el pasado 19 de marzo, han generado una ralentización en la actividad en las cadenas agroindustriales, agregó el directivo.
Entre otras dificultades advirtió que hay demoras de más de 10 días en la carga de los buques, como consecuencia de las «medidas preventivas y de reducción de personal» en las plantas y puertos.
«La aduana tiene menos personal, por lo tanto actúa más lento; y el Senasa también. Los bancos están cerrados por lo que la documentación se hace caso a caso y de manera muy lenta. Tenemos una larga lista de puntos críticos que generan un proceso más lento», aseguró Idígoras.
Sobre las perspectivas a futuro, señaló que desde la cámara se visualiza «un crecimiento de demanda en el corto plazo», producto de que los países aumenten, eventualmente, las cantidades de soja que compran.
«Pese a la volatilidad del mercado internacional de granos, tenemos una expectativa positiva del sudeste asiático que podría generar cierta sostenibilidad de precios y una buena demanda», concluyó Idígoras.
Fuente: Clarín Rural.