COMUNICADO DE PRENSA
Apronor manifiesta enérgicamente su repudio a los hechos de usurpación que viene sufriendo el sector y a la inacción de la justicia.
Los problemas de inseguridad se vienen agravando en la región: robo de hacienda, rotura de silos bolsas, robo de maquinaria agrícola e insumos y usurpaciones de campos. La violencia que se emplea es descomunal, si tienen que matar para conseguir sus objetivos, lo hacen sin remordimientos ni miedo de la justicia porque no se teme a lo que no se cumple.
La ocupación ilegal de las tierras siempre existió pero se intensificó éste año en el país y también en el NOA. Quienes lo hacen están super organizados. Se meten a los campos con la ayuda de algún puntero político y de un abogado que cuidadosamente entrenó a los usurpadores en qué decir y qué hacer.
Si esperamos a que la justicia actúe dormiremos el sueño de los inocentes. Lo que queremos decir es que del mismo modo que actúan los usurpadores lo haremos nosotros para cuidar lo que nos pertenece. Tenemos derecho sobre nuestras tierras y no pueden apoderarse de lo ajeno y quitarnos en unos segundos lo que conseguimos con nuestro esfuerzo, desvelo, inversión y dedicación, que por lo general es el esfuerzo de varias generaciones. No soportamos además las amenazas, varios socios fueron amedrentados por los usurpadores con ingresar a los campos y hasta de prender fuego los lotes.
Da bronca que los derechos de la propiedad privada no sean respetados y pesen más los justificativos de los usurpadores. Si la justicia llegara actuar, el tiempo transcurrido es tan largo que los “nuevos dueños” ya levantaron construcciones de cemento.
Es lamentable lo que vivimos en Argentina, lamentable cómo las malas políticas están destruyendo nuestro país.
Nos solidarizamos con todas las familias que están viviendo estas situaciones tan penosas, que generan tanta impotencia y amargura. La necesidad de vivienda en Argentina es enorme pero recurrir a la usurpación no es la salida. El Poder Ejecutivo con su silencio le da luz verde a los usurpadores. No hay un rechazo ni desde lo discursivo sobre las violaciones a la propiedad privada. Esto agudiza aún más la falta de seguridad jurídica lo que ahuyenta las inversiones.
Estamos al borde del colapso.