La intensa sequía de tres campañas consecutivas empieza a quedar atrás y se espera que en la primavera la tendencia climática cambie definitivamente, con la llegada de lluvias abundantes, pero las consecuencias del déficit hídrico sufrido por la mayor parte del territorio nacional se harán sentir durante un tiempo más. Esa es la conclusión que deja un informe realizado por el INTA de la Cuenca del Salado sobre la eficiencia reproductiva de los rodeos, que revela que en su zona de influencia el porcentaje de preñez cayó 6 puntos porcentuales en la última campaña y se ubicó 4,8 puntos por debajo del promedio de los últimos cinco años.
Si bien el stock de vacas a diciembre de 2022 fue levemente superior (2%) que en diciembre 2021, el porcentaje de preñez cayó a 82,4 por ciento, lo que seguramente impacte negativamente en el número de terneros que serán destetados en 2024, destacó el informe.
«La sequía que se produjo durante la primavera y verano tuvo un gran impacto en el resultado reproductivo, afectando en mayor medida a la zona noreste de la Cuenca del Salado y a los rodeos con servicios más retrasados», detalló el Med. Vet. Federico Plorutti, del INTA Chascomús, responsable del relevamiento en el que colaboraron 54 veterinarios aportando datos de rodeos en 24 partidos bonaerenses, con un total de 283.309 vientres.
Y luego destacó: «A pesar de la pérdida de condición corporal de los rodeos durante el servicio, se observó una gran capacidad de respuesta y manejo anticipado para lograr reducir el impacto de sequía sobre los resultados de preñez».
De esta manera, así como el año pasado y lo que va de este 2023 se viene observando una sobre oferta de hacienda gorda que le quita fuerza a los precios del ganado y de la carne, seguramente el efecto de esta baja en la eficiencia reproductiva se observará en una menor oferta de gordos y un alza general de los precios.
De hecho, en el reciente remate 171° de Rosgan, que tuvo lugar a principios de julio, se registró una recuperación de precios en el mercado ganadero. Tras un semestre complicado, el sector experimentó un cambio positivo debido a la disminución de ofertas y a las condiciones climáticas más favorables.
los precios superaron todas las expectativas establecidas previamente para las distintas categorías de ganado. La corrección de precios para la ternerada, tanto en machos como en hembras, se modificó en un 10 a un 15% con respecto al remate de junio.
Además, la corrección también se dio en los novillos, con un aumento del 18% mes a mes. Estos resultados indican una demanda sólida y dispuesta a comprar animales encaminados para darles una rápida terminación.
El sector de las vacas de invernada también tuvo un aumento significativo. En tan solo un mes, se registró un incremento del 33%. No solo estuvieron los frigoríficos comprando vacas con destino a China sino que también aparecieron los invernadores de hembra tratando de aprovechar para hacerla cambiar de categoría.
Fuente: Clarín Rural.