Juan Grabois le presentó al presidente Alberto Fernández el “Plan General San Martín”, bautizado por el propio líder de la CTEP como el “Plan Marshall Criollo – Poblar y Crear Trabajo” pensado para el día después del Coronavirus.
Entre varios puntos del controvertido proyecto que está bajo estudio del primer mandatario, figuran “crear consorcios comunitarios” y “entregar tierras a los pequeños agricultores”.
La reunión con Fernández se produjo a comienzos de este mes en la Quinta de Olivos, pero recién trasciende ahora. Fieles al estilo de estos sectores kirchneristas, apelan a nombres que motivan los sentimientos nacionales, como el prócer San Martín.
En sintonía con este “plan”, el año pasado en pleno proceso electoral, el dirigente piquetero había planteado una “reforma agraria” en la que “nadie pueda tener más de 5.000 hectáreas”.
En qué consiste
El Plan General San Martín o Plan Marshall Criollo es un “paper” de 23 páginas que presumiblemente buscaría ser ejecutado cuando la Argentina deje atrás al Coronavirus.
Se trata de un programa con un plan de acción a cuatro años que tendría una conducción unificada y en la que participarían diferentes organismos.
Entre sus objetivos se destacan: crear cuatro millones de puestos de trabajo, fundar pequeños pueblos, llevar a cabo la integración urbana de barrios populares, crear nuevos barrios, entregar tierras a las comunidades agrarias y cuidar el medio ambiente promoviendo la utilización de energías renovables.
¿De dónde saldría la plata para financiarlo?. Según sus impulsores requeriría una inversión inicial de $750.000 millones al año y el financiamiento sería generado con lo que el gobierno se ahorre del pago de la deuda, que casualmente se encuentra renegociando con un resultado dudoso.
Aunque también barajan otras alternativas, como un incremento de impuestos y aportes de carácter progresivo, y hasta hacerse de fondos provenientes de un «aporte extraordinario a la riqueza». También propone la unificación de todos los programas sociales nacionales
El proyecto de Grabois también impulsa la conformación de un fondo fiduciario llamado “Fondo Múgica” para el desarrollo de 4000 «módulos productivos» en todo el país. («Múgica», por el padre Múgica. Ver en la obra La Voluntad su participación en la formación de los jóvenes que luego fundaron la organización armada Montoneros y otros grupos de similar corte).
El objetivo de este fondo sería el fomento de pequeñas obras o desarrollos productivos, vinculados a la economía popular, la integración urbana, la agricultura familiar, la atención de adicciones, el fomento de medios comunitarios, el cuidado del medio ambiente, la promoción de la cultura y el deporte, y el acceso a la Justicia.
Esas tareas serían desarrolladas por «consorcios de cogestión comunitaria», encabezados por movimientos sociales, iglesias, municipios, sindicatos y otras entidades, detalla en el plan. Cada organización quedaría a cargo del desarrollo de uno o varios «módulos», con un presupuesto promedio de $50 millones.
En otra parte, el documento enumera una serie de requerimientos para que se pueda llevar adelante el plan.
En este sentido, señala la necesidad de tener un presupuesto propio, la creación de un fideicomiso, una autoridad que centralice las áreas que estén involucradas en el plan, el acceso a tierras nacionales de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), la provincia y los municipios; bancarización, sindicalización y ampliación de derechos para los cuatro millones de trabajadores; digitalización y coordinación de áreas involucradas; coordinación con la Escribanía General de la Nación y las de las provincias para regularizaciones dominiales y escrituras; y mecanismos de transparencia que permitan dejar en claro el manejo de los fondos que se está realizando.
Según destaca el proyecto, “el alcance social son 4 millones de trabajadores con salario social complementario y derechos laborales básicos con un salario social complementario de 10.000 pesos” y la contraprestación se estipula “en 60 horas mensuales certificadas, es decir, 15 horas por semana”.
El alcance material sería de 4.000 obras concretas entre loteos, urbanizaciones, colonias agrícolas, viviendas, unidades productivas y servicios instalados.
“Perspectiva grande y creativa”
En diálogo con el diario La Nación, Grabois confirmó los términos de su plan y precisó que lo elaboraron «los movimientos populares y un grupo importante de profesionales, técnicos y científicos«.
Detalló que, además de hablarlo con el presidente, lo conversó con otros actores políticos y sociales.
«Lo he conversado con sectores de la oposición, del mundo gremial y en general hay coincidencias. También tenemos charlas con el sector privado e incluso inversores extranjeros«, dijo.
«De esto salimos con tierra, techo y trabajo, o el futuro va a ser muy difícil», expresó el líder piquetero.
Sin embargo, no precisó con qué referentes de la oposición o del sector gremial o empresario, o con qué profesionales, técnicos o científicos debatió su “Plan Marshall Criollo”. Tampoco precisó si había hablado del tema con su amigo, el Papa Francisco.
Fuente: Agroverdad.