El maíz parece haber quedado atado a la desgracia del petróleo. Ayer, tras caer otro 2,6% en la Bolsa de Chicago, donde el ajuste del contrato mayo fue de 131,98 dólares por tonelada, el valor del cereal quedó en el nivel más bajo de los últimos 19 meses, más específicamente, desde el 13 de julio de 2018, cuando las pizarras marcaron un precio de 130,01 dólares.
El inexorable fundamento bajista de la jornada fue la caída del 24,4% del valor del petróleo, que ayer pasó de 26,95 a 20,37 dólares por barril, con lo que amplió al 66,6% el derrumbe en lo que va del año, desde los 61 dólares vigentes en el cierre de 2019.
Como se detalló anteayer, el desplome del valor del petróleo acentuó el mal momento de la industria del etanol en base a maíz en los Estados Unidos, que ya en 2019 fue golpeada por el cierre de plantas elaboradoras del biocomustible. La semana pasada la agencia Reuters dio cuenta de que el sector presentaba los peores márgenes en ocho años. Ahora, con el 35,8% de descenso semanal del precio del crudo, el escenario se agravó aún más y la posibilidad de nuevos cierre de empresas es el horizonte inmediato que le restará una boca de demanda al maíz estadounidense.
«Estamos seriamente bajo el agua (financieramente) y todos en este rubro están en el mismo bote», lamentó. Y agregó: «Hemos tenido pesadas existencias de etanol sobre nuestras cabezas y con la caída del precio del petróleo los precios del etanol también bajaron. La demanda también es preocupante, ya que se especula con una reducción del 40%. Si eso es cierto, nos quedaremos sin espacio para almacenar etanol y nos veremos obligados a reducir nuestras tasas de producción, lo queramos o no. Y cuando las plantas reducen la producción, inevitablemente disminuyen su demanda de maíz».
Steve Georgy, de la corredora Allendale, dijo a la agencia Reuters que «unas 30 usinas de etanol en Estados Unidos atraviesan grandes dificultades».
Cabe recordar de los 347,78 millones de toneladas de maíz cosechados por EE.UU. en el ciclo comercial 2019/2020, 137,80 millones (poco menos de tres cosechas completas del cereal en la Argentina) tienen por destino la industria del etanol, según cifras del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
«La profundidad del desplome del maíz dependerá de la profundidad del desplome del petróleo y esto último seguirá relacionado con el tiempo que la actividad en Estados Unidos y en Europa siga paralizada», explicó Charlie Sernatinger, jefe global de Futuros de Granos de ED&F Man Capital Markets, a sus clientes, en relación a las restricciones que la pandemia de coronavirus impusieron al comercio y al movimiento de personas, y que constituyen una menor demanda de combustible.
El especialista no descartó que el 31 del actual, en su informe trimestral sobre las existencias de granos al 1º de marzo en Estados Unidos, el USDA marque esta nueva coyuntura estadounidense -la eventual menor demanda de maíz- con una reducción menor a la espera del stock del cereal, respecto de los 289,57 millones de toneladas vigentes al 1º de diciembre último. «No se vislumbra la posibilidad de que le pase nada bueno al maíz en las próximas dos semanas», advirtió Sernatinger.
La soja volvió a cerrar ayer con ligeras mejoras en Chicago, dado que las posiciones mayo y julio recuperaron US$0,46 y 0,64, tras terminar la rueda con ajustes de 303,32 y de 305,98 dólares por tonelada. Pese a las últimas dos ruedas levemente alcistas, el valor de la oleaginosa sigue en el peor nivel en diez meses.
Uno de los factores que acentúa la debilidad del valor del poroto de soja es la persistente caída del precio del aceite de soja, que ayer perdió US$4,41 al pasar de 552,03 a 556,44 dólares por tonelada, un nivel que marca un revés del 28,6% en lo que va del año, desde los 772,93 dólares vigentes al cierre de 2019.
Como le sucede al maíz con el etanol, para la soja el derrumbe del petróleo le resta estímulo a la producción de biodiésel, un combustible que tiene al aceite de soja como materia prima.
Acerca del trigo, sus precios volvieron a mejorar ayer en el mercado estadounidense. En efecto, la posición mayo en Chicago y en Kansas sumó US$3,31 y 5,24, al cerrar con un ajuste de 186,75 y de 164,06 dólares por tonelada, respectivamente.
Por tonelada de maíz con entrega inmediata la exportación redujo sus propuestas para la zona del Gran Rosario de 135 a 130 dólares por tonelada y de 150 a 145 dólares para Necochea, mientras que para Bahía Blanca sostuvo su oferta en 150 dólares.
El maíz con descarga durante el mes próximo en Bahía Blanca cerró en 145 dólares por tonelada, sin cambios, pero bajó de 135 a 132 dólares para el Gran Rosario.
Las pizarras del Matba Rofex reflejaron quitas de US$1 sobre los contratos abril y julio del maíz, cuyos ajustes fueron de 137,50 y de 128,20 dólares por tonelada.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que los consumos pagaron entre 8600 y 9900 pesos por tonelada de maíz, según calidad, condición, procedencia y forma de pago.
Acerca de la soja, la oferta por el grano disponible para el Gran Rosario subió de 215 a 220 dólares por tonelada, pero las propuestas por el grano con descarga durante el mes próximo se mantuvieron entre 190 y 195 dólares por tonelada.
En el Matba Rofex la posición mayo de la soja perdió US$0,20 y cerró con un ajuste de 212 dólares por tonelada, mientras que el contrato julio sumó US$0,20 y terminó la jornada con un valor de 217 dólares.
En cuanto al trigo, la mercadería disponible se cotizó a 200 dólares por tonelada para Bahía Blanca y a 190 dólares para Necochea, en tanto que para el Gran Rosario la demanda redujo su propuesta de 190 a 185 dólares.
Resultó positivo el balance de la rueda en el Matba Rofex, dado que los contratos julio y diciembre sumaron US$2,50 y 1,50, en tanto que sus ajustes fueron de 197 y de 161,80 dólares por tonelada.
La BCBA informó que los molinos pagaron entre 12.000 y 13.300 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago.