COMUNICADO DE PRENSA
Argentina se caracteriza por ser un país agroexportador, sin embargo cerramos las
exportaciones. Tenemos un problema de falta de dólares pero restringimos la salida de un
producto como el maíz que nos aporta divisas.
En el periodo 2009-2015 sufrimos el perjuicio por las restricciones a exportar que se llevaron
adelante mediante los ROE (Registro de Operaciones de Exportación). Esto provocó la pérdida
de casi 12 millones de cabezas de ganado, caída en la producción de maíz y de trigo llegando
casi al punto de tener importar trigo de Uruguay en 2013.
Los productores queremos destacar la importancia que tiene la producción de maíz en el
Norte, motivo por el cual nos encontramos descontentos y preocupados por la medida de
cierre del Registro de Exportaciones por parte del Gobierno Nacional, el cual creemos,
constituye la antesala de la reimplantación de los ROE.
En primer término el cultivo de maíz representa un engranaje fundamental en el manejo
agronómico de nuestra producción por el volumen de cobertura de rastrojo que aporta a
nuestros suelos en el esquema de siembra directa, lo que ha permitido hacer un eficiente uso
de agua favoreciendo la incorporación a la agricultura de lotes marginales, con menores
regímenes de lluvia y con suelos arenosos, donde se reduce notablemente la evaporación del
agua útil, permitiendo el mejor aprovechamiento de las lluvias.
Por otra parte, la rotación soja-maíz contribuye a un mejor manejo de malezas resistentes ya
que al ser la soja una leguminosa y el maíz una gramínea se utilizan herbicidas con distintos
principios activos cuya alternancia es una estrategia imprescindible para disminuir la aparición
de resistencia en las malezas.
Frente al flagelo del picudo negro (Rhyssomatus subtilis Fiedler) que sufrimos en el norte del
país (no afecta zona Pampeana) se ha podido hacer viable la producción de soja gracias a la
rotación con maíz ya que este cultivo corta el ciclo de la plaga y disminuye notablemente la
presión del insecto como antecesor de la soja. Sería inviable la producción de soja en el norte
del país sin la alternancia con maíz.
Por último, el perjuicio de las restricciones a la exportación de maíz provoca un daño aún
mayor en las provincias del norte ya que solamente se puede hacer maíz tardío en nuestra
región, con lo cual nuestra cosecha es la última en levantarse (en el mes de Agosto) cuando ya
la demanda interna y los cupos de exportación están satisfechos a esa altura del año.
Por todo lo expuesto, los productores de Apronor decidimos adherir al paro anunciado por la
CEEA y durante los próximos días, evaluaremos la posibilidad de extender la medida de fuerza
anunciada por la Mesa de Enlace Nacional.