Es increíble este país, cambian los personajes que nos gobiernan pero siempre la solución que encuentran a los problemas es la misma: crear más impuestos. Nuestra economía soporta en total 167 impuestos distintos, muchos de ellos creados de manera transitoria para poder atravesar una coyuntura pero que quedan de manera permanente; la gran mayoría distorsivos y regresivos como el impuesto al cheque o las retenciones a las exportaciones (DEX).
Ahora nuestro Congreso Nacional tiene en tratamiento el “impuesto a las grandes fortunas” que en realidad no grava a las fortunas si no a los bienes productivos que poseen las empresas. En nuestro sector quien ha venido reinvirtiendo en compra de campos, maquinarias, infraestructura en galpones, planta de silos, etc. que consideramos debería al menos ser reconocido por confiar en nuestro país, todo lo contrario, hoy sería castigado por este nuevo gravamen, que constituye una quita de incentivo a invertir en Argentina, un país que lo que necesita en este momento es mayor inversión para generar más producción, más empleo y aumento de exportaciones con la consecuente generación de las ansiadas divisas.
Desde Apronor decidimos acompañar la brillante iniciativa de las Asociaciones de productores y Sociedades Rurales de la Región Pampeana, solicitamos a nuestros productores y a todos los ciudadanos argentinos que no soportan más la altísima presión impositiva, a cerrar sus cuentas y toda operatoria mantenida con el Banco Credicoop en señal de rechazo a la iniciativa de creación de este nuevo impuesto a la inversión. Agradecemos a los empleados del banco por los servicios dispensados, nos sentimos incómodos en la entidad pero no por ustedes si no por la persona que la preside.
Sr. Heller, no hay nada más democrático que la decisión de irse de donde uno no se siente cómodo.