Un compuesto químico liberado por las propias langostas podría ser la clave para descubrir como frenar el avance de la plaga, y así evitar que se formen en mangas o enjambres.
El estudio publicado en la revista Nature, abre las puertas a un hallazgo científico que podría contribuir a que esta plaga ocasione graves pérdidas agrícolas y económicas en todo el mundo.
Justamente, por estos días en Argentina se ha venido alertando sobre el avance de mangas en distintas zonas del norte del territorio nacional, poniendo bajo amenaza incluso al norte de Córdoba.
El hallazgo
Concretamente, científicos han identificado una feromona, que es una sustancia química producida por un animal que afecta el comportamiento de otros de su propia especie, en la especie de langosta más extendida del mundo, la langosta migratoria o locusta migratoria.
Este compuesto químico es justamente lo que las hace formar en mangas o enjambres, por lo que el hallazgo abre la puerta a posibles nuevas formas de evitar que estos insectos avancen sobre los cultivos.
Según el estudio publicado en la revista científica Nature, esta feromona llamada 4-vinilanisol o 4VA, es liberada principalmente por las patas traseras y es detectada por las antenas a través de receptores odorantes.
Es decir, funciona casi como un perfume irresistible ya que la sustancia química es emitida por el insecto tan pronto como se encuentra cerca de un puñado de sus semejantes.
En este sentido, los investigadores señalaron en la publicación que la 4VA atrajo poderosamente a las langostas independientemente de su edad o sexo y su producción se desencadenó en los ejemplares cuando se juntaron de cuatro a cinco langostas solitarias, precipitando un comportamiento de enjambre o manga.
De esta manera, el estudio permite prever algunas aplicaciones, como la creación de langostas genéticamente modificadas que estarían privadas del detector de la feromona, o la instalación de trampas para atraer a los insectos. Justamente, los investigadores vienen experimentado con trampas de feromonas, instalándolas en entornos controlados y en campos, que realmente atrajeron a las langostas.
La técnica es «relativamente eficaz», incluso «si se necesita una optimización y ajustes para pasar de la experimentación a una aplicación práctica», dijo el líder de la investigación Le Kang, profesor de entomología y ecología en la Academia de Ciencias de China a la agencia Reuters.
«Se podría desarrollar una sustancia química para bloquear los efectos de 4VA y evitar la formación de mangas«, agregó el científico.
Los enjambres pueden incluir miles de millones de langostas y abarcar cientos de kilómetros a medida que los insectos consumen cultivos con voracidad, poniendo en peligro la seguridad alimentaria y ocasionando daños productivos.
Las langostas migratorias habitan en Asia, África, Australia y Nueva Zelanda, atacando pastizales y cultivos críticos como trigo, arroz, maíz, mijo, cebada, avena, caña de azúcar y sorgo.
“Se necesita más investigación sobre si el 4VA existe en otras especies de langosta como la langosta del desierto, llamada Schistocerca gregaria, que actualmente está devastando partes de África y Medio Oriente”, dijo Le Kang.
Fuente: Agroverdad.