En medio de la pandemia del coronavirus , la exportación de carne vacuna se encuentra con un mercado más riesgoso del que fue antes. Además, hoy con China comprando el 75% del producto, la Argentina se convirtió en «chinadependiente».
Ese fue uno de los conceptos al que arribó el especialista Diego Ponti, de Az Group, durante la charla virtual sobre el «Contexto Ganadero Mundial y Modelo Productivo Angus Argentina», organizado por la raza Angus.
«Los cambios son más repentinos y las crisis son cada vez más recurrentes, con lo cual nos obliga a ser más flexibles. El concepto de ser flexibles para adaptarse a las crisis sucesivas es muy importante», remarcó.
Hacia adelante, el experto cree que la expectativa de recuperación en el segundo semestre para la actividad es una realidad. Con una China necesitada de carne, la Argentina tiene un buen pronóstico. «No serán los valores con picos de récord de fin año, pero serán similares a los del primer semestre de 2019», opinó.
«Además, vamos a trascender a la vaca. La demanda china, al margen que su base gigante es la vaca, irá por otras categorías. Las demandas mundiales son muchas y los oferentes somos pocos. Vamos a exportar menos que el año pasado; habrá más carne volcada al consumo interno», indicó.
En la exposición se hizo referencia a variables exógenas del negocio ganadero, como el tipo de cambio, el riesgo de devaluación, la inflación, el coronavirus y la parálisis que pueda resultar sobre el mercado interno. Además, se mencionaron aquellas cuestiones que a nivel endógeno influyen en el negocio, como son la inversión en genética, forrajes y pasturas.