Constituido por una variedad de compuestos orgánicos, sintéticos o semisintéticos, de elevado peso molecular, el plástico se caracteriza por su propiedad de ser maleable, lo que le permite adoptar distintas formas. En este sentido, posee también diversas funciones: cubrir los cultivos agrícolas y protegerlos de contaminantes externos, conservar forrajes ganaderos y almacenar granos en silobolsas extensibles, entre otras. De esta forma, en la agricultura moderna el plástico se utiliza para favorecer la productividad y el desarrollo de los cultivos, mejorando su conservación y posterior comercialización.
Nieves Pascuzzi, Coordinadora General de CampoLimpio, señaló que “el uso de los plásticos en la actividad agrícola se redujo en los últimos años gracias a las variaciones en la formulación de los productos, como por ejemplo producto granulado, que aportan a que se utilice menos plástico. Y que el uso de plásticos como envases de fitosanitarios asegura la calidad de dichos productos. Estos productos son necesarios para mantener sanos los cultivos de producción a gran escala”.
Además señaló: “Nosotros trabajamos en conjunto con las empresas para reciclar los envases vacíos de fitosanitarios reduciendo el plástico y reutilizando el material para objetos que no afecten a las personas, los animales y el medio ambiente. El material reciclado se transforma en varillas, conos de señalización, reductores de velocidad, vainas para fibra óptica, entre otros usos”.
Otro producto de plástico utilizado en el campo para el almacenamiento de granos y forraje, es el silobolsa. Argentina es el mayor productor mundial de este producto. Se trata de un implemento que ha crecido a gran escala en el sector y que ofrece soluciones seguras y a bajo costo para el sector agropecuario. Esta tecnología de ensilado presenta buenos resultados a la hora del almacenamiento que tiene sobre el producto: teniendo en cuenta condiciones como insolación, temperatura, estanqueidad, humedad y ataque de roedores e insectos. El efecto ha sido una considerable mejora en la conservación de los granos y forraje.
Las empresas
En la actualidad, hay empresas dedicadas especialmente a la compra de este tipo de plásticos para llevar a cabo el proceso de reciclado correspondiente. En relación al manejo que tienen las empresas con respecto a los plásticos y a su uso en el campo y en las diferentes actividades industriales, Eduardo Borri, Presidente de Bertotto Boglione y Metalfor, resaltó: “Argentina en general y nuestras empresas en particular, desde hace años son parte de la llamada economía circular, que consiste en tomar equipos usados para reacondicionar y extender el uso o dar usos alternativos, un mecanismo que nuestras compañías tienen arraigado desde hace décadas”.
Y agregó: “En el caso de Metalfor hemos reemplazado los tanques de fibra de vidrio difícil de reciclar, por polietileno, donde ahora las propiedades de este material hacen que pueda reciclarse totalmente. Además, el tomar equipos usados y reacondicionarlos a nuevo es parte de esta política. Equipos motrices dejan de ser pulverizadores para ser equipos fertilizadores autopropulsados, dando un uso alternativo y extendiendo la vida útil del mismo”.
En el caso de Bertotto Boglione, los tanques de polietileno que se utilizan para fertilizantes, son retirados con el mismo camión que entrega los nuevos, evitando fletes especiales para esa logística, y luego son reciclados para productos diferentes. Más de 100 empresas están adheridas a CampoLimpio y representan alrededor del 90% de los envases que se vuelcan al mercado.
En lo que va del presente año, el plástico recuperado asciende a más de 190 mil kilos, representando más de la mitad de lo que se recolectó durante todo el año pasado, lo cual hace referencia a la conciencia con la que se está llevando a cabo este tema desde el sector agropecuario.
En nuestro país, además, rige la Ley 27.279 que establece los presupuestos de protección ambiental para la gestión de los envases vacíos de fitosanitarios y, todas las normativas provinciales que marcan los principios rectores de esta actividad: Interjurisdiccionalidad, Simplificación de procedimientos, Responsabilidad extendida y Sistema Único de Trazabilidad.
Según señaló la Coordinadora de CampoLimpio, “cada miembro de la cadena, tiene responsabilidades definidas. Los registrantes o industrias deben operar en un sistema de gestión, elaborar e implementar programas de capacitación y concientización sobre manejo adecuado de envases vacíos de fitosanitarios. En el caso de los comercializadores –es decir, distribuidores y/o agronomías- deben entregar toda la información referida al sistema de gestión al usuario y colaborar con el registrante, en lo que respecta a la administración y gestión de Centros de Acopio Transitorios”.
A todo lo mencionado anteriormente, Pascuzzi agregó: “Por su parte, los productores y/o aplicadores deben garantizar la realización del triple lavado o lavado a presión, a partir de la fecha de compra, tiene hasta un año para devolver el envase y la entrega obligatoria de todos los envases en los Centros de Almacenamiento Transitorios”.
Estas prácticas deberían ser de absoluta condición entre las empresas que producen y las que utilizan plásticos para su comercialización como así también entre los productores agropecuarios. Desarrollar una cultura de reciclaje y de reutilización, entendiendo que ayudan a cuidar el medio ambiente, es una necesidad a la que todos debemos contribuir. El accionar será fundamental para demostrar, una vez más, el compromiso que tiene el campo con la sociedad.
Fuente: InfoBae.