Maíz pisingallo: se prevé una caída del 20% en la producción y piden reducir las retenciones

Luego de una fuerte caída en el consumo motivado por el cierre de los cines por la pandemia de coronavirus, productores del maíz pisingallo calculan que van a tener una merma del 20% en su producción por la crisis hídrica. Para compensar la pérdida en el rendimiento de la campaña 2020/21 esperan que el buen momento de los precios internacionales de los cereales también repercuta en la materia prima del pochoclo.

El 2020 fue un año atípico para el sector productor del maíz pisingallo, donde el consumo del popcorn en cines se vio mermado en su totalidad a causa del cierre de los locales de esparcimiento tanto a nivel nacional como en el mundo entero. Para mejorar los márgenes productivos que se cree que se van agravar con la crisis hídrica y la caída en la demanda, el sector también le planteó al Gobierno la necesidad de reducir los derechos de exportación para impulsar la economía regional.

Se estima que el año último, Argentina exportó 230.000 toneladas de maíz pisingallo para popcorn; por estos envíos al exterior se recibieron USD 120 millones, valor FOB, según datos que maneja la Cámara de Maíz Pisingallo (Campi). Si bien no hay números oficiales sobre el consumo en hogares argentinos, desde la cámara estiman que se destinaron alrededor de 7.000 toneladas de la materia prima en el mercado interno.

“La demanda en hogares aumentó. El popcorn fue uno de los productos de la dieta forzada durante la pandemia; todavía todo es muy preliminar y no hay datos oficiales sobre el consumo dentro de las casas en el mercado interno, pero fueron una gran alternativa (para el sector) sin la defensa que se tenía de los cines”, dijo Sergio Casas, presidente de Campi.

El consumo en los hogares permitió a los productores destinar gran parte de la producción que generalmente era demandada por la industria a los hogares, de esta forma, el sector pudo recuperarse a través de la sustitución del mercado. “Pasamos del consumo de esparcimiento al hogareño. Es decir, una parte significativa de lo que no se consumió en cines, parques y vendedores ambulantes se mudó a la casa, donde la gente se quedó consumiendo”, relató y aclaró que no si bien la demanda hogareña fue alta, fue insuficiente para colocar toda la oferta.

No obstante, ahora atraviesan una situación crítica ante la merma en la producción del maíz pisingallo de la presente campaña. Las regiones de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, San Luis, Santa Fe, Entre Ríos y Tucumán, donde se siembra el 80% del cereal, vivieron una fuerte sequía que impactó notablemente en los rindes de la campaña 2020/21, según especificó Casas.

“En general, estamos viendo una merma del 20% de la producción, aunque los precios internacionales podrían morigerar el impacto y ayudar a competir con otras commodities como el maíz y la soja”, explicó.

Baja de retenciones

En diciembre pasado el Gobierno eliminó las retenciones de la mayoría de los productos de las economías regionales con valor agregado para alentar las exportaciones. No obstante, el maíz pisingallo, considerado como una economía regional, quedó fuera del acuerdo.

Por ese motivo, desde el sector plantearon al Gobierno la necesidad de reducir los derechos de exportación para alentar las ventas en el exterior. Así, hicieron un pedido dentro de la Mesa de Economías Regionales del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) para que se bajen las retenciones para este producto que, actualmente, paga el 5% en derechos de exportación por una mercadería que tiene el 100% del valor agregado.

Cabe recordar que en marzo del 2020 pasó de tributar el 9% a 5% que tiene en este momento, pero el sector busca “un tratamiento de cero derechos de exportación”. “Estamos a la espera de que prospere el pedido y que la respuesta sea favorable para que el maíz pisingallo tenga el tratamiento adecuado para impulsar las economías regionales”, afirmó.

Luego de la cosecha, señaló el presidente de Campi, el productor debe agregarle valor a la mercadería para transformarla en un producto apto para la comercialización masiva y sacarla ya sea al mercado interno o externo. “Desde que se produce (en el campo) hasta que se exporta hay análisis de trazabilidad, micotoxinas y se tiene que acondicionar para que pueda explotar y esto no se hace en secadoras se hace con aire”, explicó sobre el valor agregado del producto que busca una merma en los derechos de exportación.

Casas sostuvo que en los últimos años Argentina se ha potenciado fuertemente en este mercado, siendo el primer exportador mundial de este producto, donde incluso, ha desplazado a Estados Unidos, el principal promotor e inventor de ese alimento. “Muchas empresas pymes han invertido y desarrollado el negocio en los últimos años y han logrado impulsar los volúmenes de lo que exporta la Argentina. Hace 20 años que somos el primer exportador mundial de forma ininterrumpida”, destacó.

Fuente: Infobae campo.