Mientras se aguardan reuniones del Gobierno con representantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) para llegar a un entendimiento de los precios de los granos en el mercado interno, la Bolsa de Cereales, que forma parte del consejo, realizó una estudio sobre el impacto de los precios internacionales de los granos en los valores de los alimentos derivados de trigo y maíz en el mercado interno.
El documento publicado reflejó cuál es la real incidencia de los granos en los alimentos. Según el informe, el maíz representa en promedio el 12% del precio final de los productos seleccionados: «El maíz representa el 21% del precio del pollo entero de Precios Cuidados, el 13% de los huevos, 12% del pollo trozado, 10% del pechito de cerdo, 8% de la leche y 7% del asado. En tanto, el trigo representa el 13% del precio del pan».
«En los productos estudiados más del 80% del precio al consumidor no depende del precio doméstico de los granos, sino que responde a otros costos: salarios, energía, alquileres, utilidades, impuestos, fletes y otros costos de distribución, que acompañan la evolución del nivel general de precios de la economía», destacaron.
En este sentido, señalaron que «por cada reducción del 1% en el precio doméstico del maíz, se generaría una reducción potencial del 0,21% en el precio del pollo entero de Precios Cuidados, el 0,13% de los huevos, el 0,12% del pollo trozado, el 0,10% del pechito de cerdo, el 0,08% de la leche y el 0,07% del asado».
De igual manera, una merma del 1% en el precio doméstico del trigo «provocaría una reducción potencial del 0,13% en el precio del pan». «Los precios al consumidor final dependen de múltiples factores, que se ven potenciados por un contexto inflacionario, por lo que en la práctica estas bajas pueden ni siquiera observarse», añadieron.
Según la entidad, el precio de los granos representa un porcentaje relativamente bajo del precio final de los alimentos, y «por lo tanto tienen una incidencia menor en el Índice de Precios al Consumidor».
La Bolsa de Cereales entiende que políticas dirigidas a evitar una suba en el precio de los granos no tendrán efectos significativos sobre los precios de los bienes de consumo.
«Una política destinada a combatir las causas de la inflación, incluida la de alimentos, debería basarse en otras herramientas de política monetaria, cambiaria y fiscal», apuntaron.
Sin embargo, indicaron como contrapartida que este tipo de políticas intervencionistas como controles de precios, derechos de exportación y restricciones cuantitativas a las exportaciones, «redundan en efectos negativos sobre la producción y reducen las oportunidades de hacer frente al alto riesgo climático que enfrentan los productores».
«Si el objetivo buscado es mitigar los efectos negativos de los aumentos de precios de alimentos sobre los consumidores, son las políticas de subsidios a la demanda las que mejores resultados han mostrado en términos de eficiencia y equidad», concluyeron en el documento.
Mesas Intersectoriales de Maiz y Trigo
El martes por la tarde dos nuevos encuentros de las mesas de granos del CAA se llevaron a cabo, con presencia de todos los actores de las cadenas productivas. Uno de los participantes fue el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Gabriel de Raedemaeker quien contó continúan evaluado el tema del fideicomiso propuesto por el Gobierno.
«Tenemos muchas dudas con el fideicomiso. Cómo se va a administrar, a quién va dirigido y de dónde sale la plata. Además, si este año el Gobierno decide hacerse cargo con el dinero de los DEX, este fideicomiso en los años siguientes puede dejar un antecedente que las retenciones son para siempre», dijo a LA NACION.
Asimismo indicó que «se está dando forma para entregarle a la cartera de Agricultura un estudio fehaciente de cómo es la ecuación de incidencia de los costos del maíz como insumo en los alimentos».
Uno de los pedidos de CRA ante la mesa fue que al acuerdo al que se llegue con el Gobierno, «la producción debe estar presente». «No se puede tomar una decisión sin la presencia de CRA en un acuerdo con el Gobierno», puntualizó.
«Hay consenso de que hay maíz. Se debe saber administrarlo de manera responsable para evitar intervenciones tan distorsivas», agregó.
La propuesta de CRA es que el Gobierno replique en el sector agropecuario el acuerdo automotriz, donde las fábricas automotrices que este año exporten más vehículos cero kilómetro que el año pasado no pagarán retenciones por las unidades de más, como un incentivo a las exportaciones: «No se resiente la recaudación y es un estímulo a la producción»
Por último, afirmó: «Todos tenemos intereses contrapuestos y debemos dejar algo con intereses para conseguir una salida fructífera para todos. Una de ellas puede ser retirar la carga impositiva de los alimentos».
Finalizada la reunión de maíz, Matías Lestani, director del Departamento Económico de CRA, participó de la Mesa de Trigo. «La presión del Gobierno es ideológica. Lo que preocupa del Gobierno son los malos diagnósticos que tienen, es por eso es que queremos darle el real diagnóstico de la situación. La incidencia del trigo es del 0,5% sobre la inflación del 36%. El trigo influye solo el 7% sobre las canastas de panificados», dijo.
El economista señaló que en la reunión se avanzó sobre de la situación de la industria molinera. «Se sabe que compraron una cantidad importante durante el paro de los puertos, donde se direccionó a la industria las cargas de los puertos por lo que hoy no tiene problema de abastecimiento», indicó.
En este sentido, en un comunicado, el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, coincidió que no hay desabastecimiento de harina a nivel nacional en las panaderías.
Afirmó que durante diciembre «se compró alrededor de un mes y medio de molienda» que entregan actualmente con normalidad. Sin embargo, aseguró que desde las fiestas no pueden reponer la mercadería y deben sacar del «stock de seguridad» que poseen para este tipo de situaciones.
El principal problema que enfrentan, según Cifarelli, es que los productores no «están atraídos» a vender debido a la falta de incentivos que les ofrecen desde el Gobierno. «No deberían crear herramientas coercitivas como por ejemplo un aumento de retenciones o el cierre de exportaciones, sino más bien generar estímulos para que el productor quiera desprenderse de las mercaderías», destacó.
Según Lestani se debe mantener un canal abierto: «Creemos que el Gobierno no va a tomar una medida inconsulta, aunque hay monitoreos constantes para ir teniendo el minuto a minuto de la exportación».
Para la semana que viene, hay otro encuentro virtual de la mesa del trigo, esta vez será se espera contar con la presencia necesaria de la industria molinera.
Fuente: La Nación Campo.