Vivimos una de esas semanas que nos dejan profundas enseñanzas que deberíamos intentar archivar en nuestras almas para trabajar sobre los Precios en nuestra “Gestión Comercial de Granos” entendiendo el escenario en el que se juega el partido.
Pero antes de hacer un recorrido por los hechos queremos hoy recordar aquello que planteaban algunos grandes de la historia, con diferentes palabras: “…sabio no es quien sabe mucho sino quien sabe lo mucho que le falta por saber…”. Trasladando esto a nuestro mundo, debemos asumir con profunda humildad que hay una parte muy importante de las variables que inciden sobre los precios de los commodities agrícolas, que definitivamente no conocemos ni conoceremos nunca y es aquella que tiene que ver con las causas que disparan los movimientos de los enormes flujos de dinero que entran y salen, compran y venden en el Mercado de futuros de Chicago, al igual que en los Mercados de Capitales en general.
Claro que podríamos escribir hojas y hojas sobre las variables que inciden sobre esas decisiones de quienes manejan grandes capitales, “Apreciación o Devaluación del Dólar”, “Escasez o Sobreoferta”, «Evolución del Precio del Petróleo”, “Calma o Incertidumbre en el entorno financiero mundial”, “Tasas de Interés de los principales bancos centrales del mundo”, etc. Etc. Etc. Pero es absolutamente imposible anticipar el momento de quiebre, el momento en el que se dispararán las órdenes de compra o de venta que terminan generando variaciones enormes en cortísimos plazos, pues muchas veces tienen que ver con algoritmos que las disparan, es decir órdenes electrónicas precargadas para ejecutar decisiones de manera automática, a partir de la aparición de una determinada variable sobre el escenario, y muchas otras dependen de las “PERCEPCIONES” respecto del futuro cercano de los tomadores de decisión.
Así es que en muchas ocasiones los movimientos de Precios van en sentido contrario a lo que el escenario de oferta y demanda indicaría. En nuestro sector, y particularmente los productores agrícolas de cualquier país del mundo son eternamente alcistas, el “Optimismo” está sellado en el alma de quien siembra, y más aún cuando existe un escenario de Oferta y Demanda que se ha ajustado como el actual, tanto en Soja como en Maíz como en Trigo en el planeta, con una cierta reducción en la Oferta esperada e incrementos importantes en las Demandas.
Por todo esto es que, una vez más diremos, “Los Futurólogos NO existen”, a no creerle a nadie, mucho menos a quien escribe si alguna vez leen o escuchan predicciones sobre los precios futuros. En todo escenario coexisten un cúmulo de variables alcistas y otro de variables bajistas y de ambos lados del mostrador, los que producen suelen agarrarse de las alcistas y los compradores de las bajistas; claro que nos agrada tomar las primeras si jugamos el partido desde la producción, pero el Resultado de la actividad agrícola depende del “P x Q”, Precio por Cantidad producida y los productores agrícolas argentinos son hiper eficientes produciendo toneladas, no dejemos el “P” a la buena de Dios! Menos aún cuando aparece la oportunidad de capturar buenos resultados.
Dicho quizás lo menos urgente pero definitivamente lo más importante vamos a los hechos. Durante la semana que pasó fuimos testigos de la asunción del presidente Biden, la cual quizás marque el inicio de una nueva era en todo sentido desde la principal economía del planeta. Parece amanecer una nueva forma de relacionarse con el mundo en la naciente gestión que insinúa apuntar nuevamente al multilateralismo; en simultaneo con la intención de un nuevo y gran paquete fiscal de ayuda para los estadounidenses del orden de 1,9 millones de millones de dólares, que intentará colaborar en la lucha contra las consecuencias económicas del COVID 19 que no se quiere ir. En consecuencia, quizás sigamos viendo una persistente devaluación del billete verde, empujada adicionalmente por la compra de activos por parte de la Reserva Federal que no se detiene y alcanzó al 18 de enero y desde febrero de 2020 los 3,25 millones de millones de dólares. Pero nunca olvidemos la potencial consecuencia inflacionaria de semejante volumen de emisión monetaria sobre aquel país, la cual podría llevar al su banco central a elevar tasas de interés; medida que, por ahora y sólo por ahora, no aparece en el horizonte.
Yendo a lo fundamental, y quizás esté por acá la causa de las grandes ventas especulativas que generaron las sorprendentes caídas de precios en el Mercado de Chicago, la semana pasada, – USD 12/tn en Maíz y -U$D 39/tn en Soja. El jueves 21 de enero se conocieron las estimaciones previas del “Rally Da Safra 2021”. Este es un emprendimiento técnico privado que recorre las principales regiones productivas de Brasil desde enero a junio de cada año; desde el año 2004. De allí surge información de estado y condición de cultivos y; estimaciones de rendimientos y producción. Las estimaciones previas al inicio de las recorridas hablan de incrementos esperados en los rendimientos promedios nacionales en comparación a 2020, de un 1,50% en Soja, alcanzando los 3.444 kgs/ha (57,40 sacas/ha) y de un 3,30% en Maíz de Safrinha (sembrado después de la Soja 1°), alcanzando los 5.880 kgs/ha (98 sacas/ha). En síntesis, se plantea desde esta fuente, y como estimaciones previas al inicio de las giras, una producción total de Soja de 132,40 Millones de tns y de Maíz de Safrinha de 83,90 Millones de tns, la cual sumada a las 25,10 Millones de tns estimadas de Maíz de primera totalizaría en 109 millones la producción nacional del forrajero.
Vale recordar que el USDA en su último reporte mensual estimó 133 y 109 millones, respectivamente, mientras que la producción de ambos cultivos en la campaña 19/20, según la misma fuente fue de 126 y 102 millones. Como planteábamos en la introducción, estamos inmersos en el “Mundo de las Percepciones”, y probablemente fueron estos datos los que dispararon ventas luego de varios meses de observar datos de escasez de lluvias que atrasaron las siembras, complicaron las germinaciones, y en muchos casos obligaron a resembrar principalmente en el Centro-Oeste del país.
Una vez más debemos repetir aquello de que en este juego “…lo que importa no es el dato sino la reacción del mercado ante él…”. La reacción quedó evidenciada con creces. Quizás una sobrerreacción para datos que no distan demasiado de los reportados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, pero sí respecto de lo que muchos esperábamos en el mundo de los granos a partir de la información climática, de producción y avance de labores que recibimos desde el país vecino, desde septiembre de 2020, inicio de la ventana de siembra de soja por aquellas latitudes.
En el mismo sentido de incidencia sobre las Percepciones de aquellos grandes capitales especulativos probablemente hayan jugado las lluvias que se han dado y que se esperan para los próximos días en buena parte de las regiones productivas de nuestro país; las cuales más allá de que no alcanzan para cerrar una buena campaña, más bien sólo para abrirla, definitivamente modifican sus sensaciones. Según lo reportado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires el jueves pasado han mejorado las Condiciones de suelo y cultivos en nuestro país. Bajó de 19,00% a 10,00% la porción de Soja en estado Regular a Malo y de 32,00% a 13,00% la proporción de suelos implantados con la oleaginosa en actual situación de Sequía. Algo similar ocurrió con el Maíz ya implantado, se redujo de 16,00% a 8,00 la proporción del cultivo en situación Regular a mala y de 20,00% a 7,00% la porción de suelo implantado con el forrajero en condición de Sequía. Claro que no estamos ni cerca de terminar la historia, pero el inicio ha mejorado.
Mientras todo esto sucede desde nuestro entorno institucional se sigue intentando encontrar la cuadratura del círculo hablando de lograr el Desacople de los precios internacionales para los precios internos de los alimentos, algo que a esta altura suena tan verosímil como el “Carvativir”, pero claro que podría generar consecuencias negativas para los precios agrícolas locales, particularmente de Trigo y de Maíz.
YENDO A LA GESTIÓN… En cualquier caso y volviendo a la visión global, la situación de justeza entre la oferta y la demanda no ha cambiado en el mundo si hablamos de Soja y Maíz, y a partir de la creciente demanda y; si bien ustedes ya saben que los futurólogos no existen, creemos que estas bajas son para comprarse. Para aquellos que hubieran vendido forwards, quizás sea momento de aprovechar para comprar flexibilidad con Calls sobre posiciones de cosecha, que se han abaratado a partir de estas caídas.
A nivel general recuerden la sugerencia de quitarle el exclusivo protagonismo a la oferta y demanda, en el escenario de los precios de las últimas dos décadas el fundamento de expresa sobre las cotizaciones sólo si el mundo financiero se lo permite…la semana pasada lo volvió a demostrar.
¡Buena semana!
Por Hernán Fernández Martínez.
Fuente: Clarín Rural.