El precio de la soja esta semana volvió a estar en su máximo en los últimos seis años. Históricamente, el valor de los commodities es uno de los indicadores económicos de mayor relevancia para un Presidente y más aún en una economía: casi sin reservas netas, con una brecha cambiaria en torno al 60% y limitaciones para importar. ¿En qué se diferencia este «boom» con el que les ocurrió a Néstor y Cristina Kirchner entre 2008 y 2012?
«Definitivamente hay un viento de cola favorable para Argentina, pero el impulso será más chico que en 2008. Hoy los precios son más bajos y el nivel de gasto público es más alto que en aquel momento, cuando todas las mejoras entre los 400 y 600 dólares fueron a gasto. Hoy no podría expandirse tanto», señaló Fernando Marengo, economista jefe de Arriazu Macroeconomistas.
El boom del precio de la soja que transcurrió durante el kirchnerismo fue acompañado por una macroeconomía con superávit externo en 2008, libre acceso al mercado de capitales, prácticamente sin déficit fiscal, sin cepo cambiario y con una inflación en torno al 24%.
La consultora FMyA desarrolla un índice que mide el «viento de cola» de Argentina basado, además que en el precio de la soja, en el tipo de cambio real multilateral del real brasileño y en el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. El promedio del indicador se ubica en 120 puntos, sin embargo, actualmente está cerca de 130, el mismo nivel que en 2008.
«Tenemos una macroeconomía muy diferente, el viento de cola es parecido pero el impacto no será tan fuerte. Sobre todo por el déficit fiscal y porque actualmente no tenemos acceso a financiamiento«, explicó Fernando Marull, economista director de fmya.com.ar y agregó: «antes nuestra economía rebotaba a tasas Chinas, como en 2010 que creció un 10%, la proyección para 2021 es del 5%. Ahora crecemos a tasas Argentinas».
Más allá de que nuestro país con un riesgo país que ronda los 1500 puntos no tiene acceso al mercado de capitales y, que las tasas de interés de Estados Unidos comienzan a subir, el exceso de liquidez a nivel global está en busca de tasas de rentabilidad en el mundo.
¿CUÁNTO PODRÁ APROVECHAR ARGENTINA ESTE NUEVO «BOOM»?
«Creo que le daremos un aprovechamiento electoral. El Gobierno lo va a gastar para sostener y apreciar el tipo de cambio y para liberar importaciones a medida que sea necesario», opinó Marengo.
Emilce Terré, jefa de estudios económicos de la BCR, apuntó a que dado que Argentina es el séptimo país exportador de alimentos del mundo «debería ahorrar en los años que tiene este beneficio para aquellos en los que hay depresión de precios o sequías. Este es el pilar de nuestra economía».
En línea con la premisa económica de que ‘ninguna tendencia de precios es para siempre’, Matias Rajnerman, jefe de Ecolatina, alertó que es clave tener en cuenta cuánto durará este boom de precios porque probablemente no sea tan permanente y estructural como el que ocurrió durante el kirchnerismo cuando China e India se incorporaron como dos grandes jugadores.
Terré adelantó a El Cronista sobre el futuro del precio de la soja: «El gran determinante de este aumento es la poca cantidad de inventarios. Una vez que la cosecha de Argentina entre al mercado y termine de ingresar la de Brasil los precios se van a estabilizar».
Fuente: por Lara López Calvo para El Cronista.