Este 2020 viene movido por donde se lo mire. Una bofetada por acá, otra por allá, pero cuando miramos los precios de los granos podemos decir que el panorama cambió sustancialmente en pocos meses. Y no es una apreciación subjetiva, son datos, miremos estas comparaciones:
Lo miremos como lo miremos, comparando en valores absolutos o en porcentajes, podemos decir (sin levantar mucho la perdiz) que hoy los granos tienen buenos valores.
Y así llegamos a septiembre con volumen de venta de maíz de 32 millones de toneladas y de soja de 23 millones de toneladas (es mercadería con precio, según datos del Ministerio de Agricultura al 9/9).
Podemos estimar que, con las fuerte subas de las dos últimas semanas, esos niveles en ambos granos han aumentado. Pero, tomando de referencia esos datos oficiales, y los volúmenes de producción estimados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (maíz: 50 millones de toneladas y soja: 49,6 millones), quedaban por poner precio a esa fecha 18 millones de toneladas en maíz y 26,6 millones de toneladas de soja.
Y la gran pregunta para quien tiene mercadería sin vender es si tomar los valores actuales o seguir esperando mayores subas.
Si pensamos en los principales elementos que hicieron que la soja esté en niveles pre-Covid, pre-peste porcina e inclusive pre-comienzo guerra comercial, vamos a ver que hay un factor común en todas las noticias y es la fuerza de compras por parte de China, sumado a una caída en la estimación de producción de Estados Unidos.
Ambos factores impulsaron la compra de los fondos especulativos, llevándolos a una posición comprada récord de 191.000 contratos (26 millones de t) al 15 del actual. Ese nivel de compras no la tienen desde el 13 de marzo 2018 (pleno comienzo de la guerra comercial). En ese momento, la soja en Chicago estaba en el mismo valor que alcanzó el viernes 18 pasado.
Y, entonces, va de nuevo la pregunta: no es momento de tomar los valores actuales para los disponibles considerando que la soja recuperó 76 dólares (36%) y el maíz US$56 (48%), desde los mínimos. Considerando que estas subas se dieron en un contexto mundial (ni hablar del local) de pandemia que no termina de resolverse, con todos los continentes/bloques económicos en recesión (o muy cerca de), con nuevas olas de contagios, con expectativas de volver a confinamientos en grandes economías.
¿Cuánto más quiero esperar? ¿Es posible que siga subiendo? Sí es posible, si es que China sigue como hasta ahora y el clima de Sudamérica sigue complicándose.
¿Es posible que China recalcule y piense que ya no le sirve seguir comprando a este ritmo con una soja 76 dólares más cara que cuando comenzó a reactivar su demanda? Lo pondría como un probable.
No olvidemos que si hubo un casi único elemento que justificó estas subas, si ese único elemento se corre, el mercado va a perder ímpetu y automáticamente los especuladores se quieren retirar asegurando su ganancia (achican su posición récord comprada).
¿Es posible que localmente aparezca alguna nueva regulación, modificación, invento maravilloso que afecte los precios recibidos por los productores? Ya sabemos la respuesta.
¿Y, entonces, cuanto más quiero esperar? Recordemos que los mercados de futuros y opciones nos dan alternativas en las cuales puedo asegurar los niveles actuales y, a su vez, poder participar de futuras subas si es que se dan.
El timing es fundamental a estos niveles, en especial para quien sabe que sí o sí debe fijar/vender en el corto plazo para evitar hacerlo justo en medio de alguna corrección inesperada.
La autora es analista de mercados del agro