Ayer hubo una buena y otra mala noticia para el campo. Lo positivo: las importantes precipitaciones que se registraron en varias zonas productivas del país, que necesitaban humedad en los suelos para avanzar con la parte final de la siembra de soja y maíz. Lo negativo: la decisión del gobierno de reabrir de manera parcial y con cupos la exportación de maíz, derivando en el cese de comercialización de granos por 72 horas organizado por tres de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace.
La medida de fuerza que fue ratificada ayer por la mañana por Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas, tras una reunión por zoom de la que también participaron las autoridades de Coninagro, entidad que no adhiere al paro pero sí rechaza de manera enérgica el cepo a las ventas al exterior de maíz.
El impacto del paro se podrá sentir entre hoy mañana, ya que en el primer día hábil de la semana el ingreso de camiones en los puertos cerealeros y exportadores del país alcanzó los 3.212, una cifra superior a la semana pasada y un 31% menor si se realiza la comparación interanual. Habrá que ver cómo es el ingreso en las próximas horas en los puertos del sur de la provincia de Buenos Aires, en Bahía Blanca y Quequén, ya que por estas semanas es la región donde se concentra la mayor actividad de cosecha de trigo y cebada, con muy buenos rendimientos en ambos cultivos que compensan las pérdidas que provocó la sequía en otras zonas productivas del país.
Si bien desde la Mesa de Enlace habían anunciado que el cese de comercialización de granos tiene como objetivo concientizar a las autoridades y ciudadanía sobre el presente complicado del sector, agravado por la pandemia y las restricciones para exportar maíz, se había pedido a las bases de productores no realizar controles de cargas de camiones en las rutas.
Más allá de esto, ayer se organizó una Asamblea en Sinsacate, provincia de Córdoba, y ya se instaló un acampe de productores que durará hasta el final de la protesta en la intersección de las rutas 9 y 178 en Armstrong, Santa Fe. Y según pudo saber este medio, también hubo control de cargas en Pergamino, Tucumán y en la Ruta Nacional 89 y Ruta Provincial 6, en Las Breñas, Chaco. En ninguno de los lugares se registraron cortes de rutas.
El futuro de la protesta
Entre hoy y mañana habrá una reunión de los presidentes de las entidades que convocaron a la medida de fuerza para definir si la medida se extiende o no. Mientras tanto, ya hay sectores que reclaman continuar con el cese de comercialización hasta que el Gobierno no reabra de manera total el registro de declaraciones juradas al exterior de maíz.
En el interior, los productores están preocupados porque la reapertura parcial de las exportaciones de maíz que anunció ayer a la madrugada el ministro Luis Basterra, podría derivar en una mayor intervención del Gobierno en los mercados agropecuarios. Ayer todos recordaron en el sector lo que fue el impacto del sistema de ROE (Registro de Operaciones al Exterior), donde entre 2009 y 2015, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se cupificó la exportación, y eso provocó desaliento en la siembra de maíz, la peor siembra de trigo de los últimos 100 años, caída del stock ganadero y se fomentó el monocultivo de soja.
También durante la jornada de lunes hubo movimientos internos en el Consejo Agroindustrial, a la espera de una nueva reunión con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, que se realizaría esta tarde. Hay sectores del espacio que no están conformes sobre el manejo de la cartera agropecuaria a la problemática que está planteada, ya que aseguran que en ningún momento se habló y analizó con funcionarios poner un cupo diario a las exportaciones de maíz. Se va a insistir con el reclamo de una apertura total de las ventas al exterior del cereal.
Además, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, se mostró preocupado por el avance intervencionista del Gobierno en el mercado de maíz, y con la incertidumbre que se extienda a otras producciones: “El anuncio de la apertura parcial de la exportación de maíz tiene vicios porque el efecto que persiste es el mismo y especialmente nos preocupa el mensaje que le damos al mundo: vamos abriendo cuando tenemos ganas. Persiste la idea errónea de que la medida va a desacoplar los precios internos de los internacionales y con eso se contendrá la inflación”.
Fuente: Infobae campo.