Por culpa de los sojeros

COMUNICADO DE PRENSA

Respecto a los eventos climáticos acontecidos el pasado fin de semana en la provincia de Tucumán y alrededores; y en relación a algunas manifestaciones expresadas en las redes sociales y grupos de whatsapp, queremos hacer algunas aclaraciones: Desde hace un tiempo a ésta parte, se ha puesto de moda culpar de todo lo que ocurre a la soja y a los productores sojeros, no entendemos que es lo que ha llevado a una parte de la opinión pública a caer en la idea de que todo evento fuera de lo normal ocurre por culpa de la “maldita soja”, será que el haber instalado ésta idea le allana el camino al estado para aumentar los impuestos a éste grano, al punto de ser el cultivo de la soja la actividad de mayor carga impositiva del país, ya que solo en derechos de exportación paga un 30% sobre su valor FOB (es decir una vez puesta en el puerto sobre el buque).
Así ocurre que el cambio climático, ya sea que se manifieste como sequía o inundación, es culpa
de los desmontes que se realizan para sembrar soja; los incendios producidos en el Mato Grosso durante la primavera pasada, también se atribuyeron a la misma finalidad. Los más de 350 mm que cayeron durante 48 hs en algunas localidades de nuestra provincia y que produjeron inundaciones y destrucción de caminos también, según los opinólogos, se deben a los desmontes y a la soja; sin embargo, los que tenemos la posibilidad de recorrer la provincia, vemos que en el pedemonte, donde se originan las correntadas de agua, no se cultiva soja, esas tierras privilegiadas están destinadas al citrus, a la caña de azúcar o a los arándanos y también a algunos emprendimientos inmobiliarios para barrios privados. Entonces, ¿por qué culpar a un cultivo que se realiza en zonas marginales, donde la pendiente se suaviza y el agua disminuye su velocidad y su violencia?
Las lluvias inusitadas del pasado fin de semana seguramente hubiesen provocado menores daños si el Estado provincial se ocupara de la limpieza y mantenimiento de los canales de desagüe, en el interior vemos las comunas rurales desbordadas de empleados alérgicos a la pala y al machete. Durante el invierno y la primavera las comunas, Vialidad Provincial y la DPA deberían abocarse al desmalezado y en algunos casos desmonte de canales de desagüe y cunetas; los yuyos y el fachinal impiden la circulación del agua, obstruyen puentes y alcantarillas y ocasionan los desbordes que terminan inundado pueblos y destruyendo caminos. Exhortamos una vez más al Gobierno Provincial a ocuparse del asunto y a actuar de manera preventiva ante los hechos que sabemos que en temporada estival naturalmente ocurren.