Provincia de Tucumán: zona liberada

A estas alturas, es cotidiano y nos estamos acostumbrando a los videos que se hacen virales sobre asaltos y robos en nuestra querida provincia. No estamos a salvo de hechos de inseguridad en absolutamente ningún lugar, los que somos padres vivimos momentos de zozobra hasta que nuestros hijos vuelven al hogar.

En nuestro caso trabajamos en el ámbito rural, no es común que tengamos la oportunidad de filmar a los delincuentes y que se rivalicen nuestras desgracias, pero es muy importante que todos los tucumanos sepan que el delito no solo se circunscribe a nuestra capital o ciudades más importantes. El campo tucumano está viviendo una ola de inseguridad sin precedentes, a los tradicionales robos de animales se suman productos fitosanitarios, maquinaria, elementos de taller, alambrados y un interminable etcétera. Nos visitan a cualquier hora, principalmente de noche, rompen cercos olímpicos, candados, puertas, ingresan a casas o galpones por igual, en algunos casos fuertemente armados, ya sea en establecimientos con caseros o serenos y hasta con los mismos agricultores dentro de sus casas.

Todos estos hechos son de conocimiento público, nuestras autoridades saben lo que está pasando en la provincia, recurrimos a los organismos de seguridad y si bien nos atienden no hay respuestas concretas. La Justicia merece un párrafo aparte con su eterna puerta giratoria.

Parece que a nuestros funcionarios y políticos de los distintos partidos no les interesa. Tucumán paso a ser, desde hace mucho tiempo, un lugar invivible, ya no es ningún jardín. Como ciudadanos exigimos respuestas, basta de discursos y mentiras. Ya tuvimos una desgracia en el campo y nos arrebataron la vida de José “Pepito” Porcel, marido, padre, abuelo y vecino ejemplar. ¿Cuantos Pepitos más tenemos que perder?

Señores no nos podemos acostumbrar a esto, no hay futuro así y por sobre todas las cosas qué provincia le estamos dejando a nuestros hijos.