Por la falta de agua en las principales zonas productivas en momentos clave, la cosecha de trigo sufrió un recorte importante desde que se inició la siembra en mayo. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires había proyectado al inicio de la campaña 21 millones de toneladas pero esta semana lo actualizó a 17,5 millones de toneladas.
Así, ante este panorama, dejarán de ingresar más de 800 millones de dólares (Valor Fob oficial es 230 dólares por tonelada del trigo diciembre) por las 3,5 millones de toneladas que quedaron en el camino. Y el Estado dejó de recaudar casi 100 millones en conceptos de retenciones (gravadas en 12%).
«En una semana la condición hídrica regular a mala aumentó 10 puntos porcentuales y la condición de cultivo de normal a excelente cayó 4 puntos por porcentuales», remarcó la entidad porteña en su informe habitual previo a las últimas lluvias que comenzaron este viernes y se extendieron por gran parte de la región pampeana que pueden apuntalar los rindes.
La condición de humedad regular a sequía abarca el 60% de las 6,5 millones de hectáreas de trigo sembradas este ciclo, concentrada sobre el margen oeste del área agrícola.
La entidad acaba de dar sus estimaciones para la campaña 2020/21 y el clima vuelve a meter la cola. La superficie sembrada de los principales cultivos (soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo) alcanzaría las 33,1 millones de hectáreas, un 1,2% menor que en el ciclo previo mientras que la cosecha llegaría a 120,8 millones de toneladas.
Cómo viene la campaña triguera en cada zona
En el norte del país, las expectativas de cosecha se reducen semana a semana. Aun así, se espera recolectar la mayor cantidad de hectáreas posible para afrontar los costos de implantación del cereal.
Por otro lado, en la franja central se han registrado focos de enfermedades, debiendo realizar las pertinentes aplicaciones de fungicidas en buena parte de los mismos.
También se esperan mermas del potencial debido al escaso macollaje y pobre crecimiento de las plantas. No obstante, de concretarse los pronósticos para este fin de semana, impactaría positivamente en el desarrollo de las espigas y el llenado de los granos.
Finalmente, al sur de la región debido a la falta de lluvias y los fuertes vientos, el cereal manifiesta signos de estrés. Sin embargo, aún no se esperan mermas importantes de rinde y, de contar con las lluvias pronosticadas, las expectativas se mantendrían estables.
Fuente: Clarín Rural.