Productores y referentes ligados a la cadena del trigo están alertas por la posibilidad de que Brasil busque suprimir el Arancel Externo Común (AEC) de un 10% para las importaciones extra Mercosur.
Según difundieron medios brasileños, Flávio Bettarello, subsecretario de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura del vecino país, dijo que el gobierno de Jair Bolsonaro está evaluando eximir a las importaciones que hacen los molinos del arancel por el resto de 2020.
Tras este trascendido, Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), dijo que en el sector no están anoticiados de esta posible medida. Pero fuentes de la exportación expresaron a LA NACION tener conocimiento de que Brasil hará el tratamiento del tema en los próximos días. Esto será en la Comisión de Aranceles de Importación Interministerial (Camex).
La Argentina es un proveedor clave de Brasil, que compra según los años de 6 a 7 millones de toneladas. El año pasado, el vecino país importó de la Argentina 5,39 millones de toneladas, apenas por debajo de las 5,94 millones de toneladas de 2018. En los tres primeros meses de 2020 ya se llevó 1,68 millones de toneladas. El volumen se amplía a 2,5 millones de toneladas desde diciembre ultimo.
Para Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, «(Brasil) está mostrando que, si nosotros nos retiramos del Mercosur, ellos van a tener la posibilidad de traer trigo de otros países».
«Todo lo que sea poder abrir y vender materia prima, provee recursos al Estado, mucho más después de esta pandemia. El mundo va a necesitar alimentos y materia prima y nosotros podemos brindar esos alimentos, con precios muy buenos. Pero creo que hay que ser serios y hay que poderse mantener dentro del Mercosur. Sería una de las medidas más acertadas», señaló Chemes.
«En los acuerdos comerciales no existe la amistad o el reconocimiento. Brasil, simplemente, va a salir a buscar el trigo que necesita a otro país del mundo», indicó.
Según fuentes del mercado, entre mayo y noviembre de 2020 Brasil necesitará adquirir poco más de 3,5 millones de toneladas de trigo. Más allá de la mercadería que mande la Argentina, el vecino país igual buscaría otros orígenes para bajar costos y asegurarse el cereal.
«La eximición del arancel implicaría que todo el trigo que Brasil va a comprar en el exterior no va a tener ese impuesto. Ellos están muy preocupados con el costo de originación de los productos y quieren que sea lo más bajo posible. Hay crisis de aprovisionamiento local; en el sur del país no hay trigo», sostuvo Leandro Pierbattisti, consultor internacional y excoordinador del primer Congreso Internacional del Trigo en la Argentina (Trigar).
«Frente al contexto de la pandemia hay muchos compradores que tienen pensado adquirir más trigo de lo que tenían planeado, pero no es porque haya aumentado el consumo, sino que se están garantizando reservas estratégicas para que no haya rotura de stocks», dijo Pierbattisti. En el caso de Brasil, la previsión es que entre agosto de 2020 y 2021 compre 7,2 millones de toneladas.
Para Pierbattisti, la posible medida de Brasil no tiene nada que ver con la decisión de la Argentina de dejar de participar de las negociaciones externas en curso del Mercosur.
«La Argentina va a seguir colocando el trigo que quiera en el mercado brasileño. Con o sin impuestos lo va a seguir colocando. No va a tener problema, pero hay que pensar en la medida que se podría tomar y tratar de tener diálogo», indicó.
En tanto, Miguel Cané, presidente de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo), sostuvo que Brasil hace lo mismo todos los años (en relación al arancel) como «estrategia comercial».
«Es normal que pidan la eximición del arancel, lo que es anormal es que se implemente», dijo el presidente de Argentrigo.
Subrayó que la industria del vecino país permanentemente está buscando más cuota sin arancel (hoy con 750.000 toneladas). «Muy pocas veces el gobierno de Brasil las ha ampliado, pero ellos todos los años lo piden, como algo frecuente bajo distintas explicaciones», amplió.
A todo esto, preocupado por el retiro argentino de las negociaciones externas del Mercosur, Chemes dijo que el sector quiere hablar con Cancillería para conocer qué motivó la decisión del país. «La gente no entiende por qué nos corrimos de todo lo que costó tanto trabajo ponerlo en marcha y el por qué se dieron estas medidas ahora», manifestó.