Tras algunas dudas, esta semana el Gobierno eligió al maíz como nueva fuente de divisas para sostener el acuciante nivel de reservas. Todos los directivos de la cadena agroindustrial cuestionaron la medida por las distorsiones de precios que se anticiparon.
En efecto, el valor del cereal ha experimentado un significativo aumento, pasando de los $49.000 a más de $60.000 en pocos días. Esta subida ha tenido un efecto directo en la cotización de la hacienda. con un aumento notorio en el precio promedio del novillito que superó los $600, y también en otras categorías comercializadas en el Mercado Agroganadero de Cañuelas.
El salto implica un aumento del 15% respecto a los $516 que cotizó el miércoles (los jueves no suele haber ingresos de hacienda). A su vez, el novillo, que en semanas anteriores había luchado por superar la barrera de los $500, alcanzó valores similares al novillito. Las vaquillonas también experimentaron un aumento significativo, pasando de $480 a $580. Asimismo, las vacas y los toros vieron un alza en sus precios, llegando a $400 y $410 respectivamente.
El “dólar maíz” ha sido un factor clave en el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para fortalecer las reservas del Banco Central. Y por el momento le esta dando resultado al ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, porque en tres días, de miércoles a viernes, se comercializaron casi 3 millones de toneladas de maíz, por un valor cercano a los 1.000 millones de dólares, la mitad de lo que se planteó reunir hasta el 31 de agosto.
Con todo, la Mesa de Enlace se reunió en el marco de la Exposición Rural y criticó la medida, Dijeron que el dólar maíz «no es lo que el campo necesita”, dijeron Los presidentes de las cuatro entidades reiteraron que el tipo de cambio diferencial tiene “objetivos recaudatorios” y no busca darle una solución estructural a las dificultades que atraviesa el sector. “Generan descalabro”, consideraron.
“Son las medidas de siempre, que no sirven para el sector agropecuario. Propician la incertidumbre en otras actividades del campo”, afirmó el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y organizador de la muestra, Nicolás Pino, para luego agregar: “No son las medidas que el campo necesita”.
El líder de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, planteó: “No distan de todas las versiones de dólar soja que vimos. Consideramos que sigue siendo una medida con objetivos recaudatorios, que también la tienen que implementar para cumplir con los parámetros de negociación del Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
También opinó que “seguramente algún productor que pudo guardar granos hasta esta altura del año se va a beneficiar con alguna mejoría del precio, pero la realidad es que esto juega en contra de los intereses del campo, no soluciona los problemas estructurales y genera un incremento importantísimo en los costos de alimentación en todo lo que es producción de proteína animal, tanto en feedlot de carne vacuna, sector avícola, los cerdos, el sector lechero. “Todo esto quedará descolocado porque ya vienen con rentabilidades deterioradas y esto les agrava la situación”.
Para el titular de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Elbio Laucirica, los últimos anuncios oficiales “son más de lo mismo, y van a beneficiar solo a algunos pocos”.
“Yo soy productor de maíz, voy a vender en la exportación, seguramente, lo poco que pude cosechar, pero también engordo novillos, así que también me va a afectar en eso, beneficia a algunos y perjudica a muchos”, abrevió.
El presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, apuntó al impacto en el maíz. “Lo único que tiene este dispositivo es que no toca los alquileres, no modifica el precio de la cotización de los alquileres, porque está anclado al quintal de soja. Ahora, en el resto, distorsiona con mayor fuerza la proteína cárnica, lácteos y huevos, porque el insumo básico prioritario para la alimentación es el maíz, con lo cual es una distorsión fuerte”.
“También genera una asimetría muy fuerte entre el que cosechó, y el que invirtió y no cosechó. No dieron ningún tipo de ayuda por la emergencia y el desastre. Ahora, por una situación de recaudación, de liquidación y necesidad de venta de maíz para que haya divisas, le están dando un trato preferencial al que tiene cosecha. Esto en nuestro sector se siente, se profundiza, y creo que no es la medida correcta”.
Fuente; Clarín Rural.