El “nuevo” dólar soja anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa, se encontró en las últimas horas con inesperadas trabas que, no obstante, se están tratando de sortear en negociaciones contrarreloj entre funcionarios y las empresas que exportan.
Para incentivar la venta en el mercado interno y que las fábricas de procesamiento, que tienen poca mercadería debido a la sequía, puedan trabajar, el Gobierno dio a conocer un esquema 75/25 para la liquidación de divisas del grano. Un 75% al tipo de cambio oficial y el 25% restante Contado Con Liquidación (CCL). Ayer, en una conferencia de prensa, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, dijo que un 25% de disponibilidad se podía aplicar al grano importado, pero los exportadores respondieron que desde el mismo Gobierno señalaron que era para el grano local.
El episodio generó tensión en el mercado y no quedó ahí. Hoy, diferentes versiones indicaban que “se trabó” el nuevo mecanismo de Massa. Fuentes que interpretan que el Gobierno les daría libre disponibilidad del 25% incluso para dejar la plata en el exterior, detallaron un punto que generó cortocircuito en medio de las negociaciones: el pago de las retenciones.
Según trascendió, las autoridades quieren que, además de las divisas, las empresas paguen las retenciones de la mercadería que entre en el sistema, algo que las fuentes consultadas consideraron que sería contraproducente si el próximo Gobierno, según quien gane, baja las retenciones. “Ya tenemos un montón de retenciones pagadas de los anteriores dólar soja. Lo que decimos es que no nos obliguen a pagar más; una opción puede ser que las retenciones queden con un pago abierto”, señaló una fuente. Agregó que otra chance sería discutir sobre un certificado fiscal para que el monto involucrado eventualmente se pueda aplicar a otra cosa.
Este medio buscó tener información en la cámara de los exportadores (Ciara-CEC), pero allí se excusaron con que la comunicación del tema lo tiene Bahillo. Otra fuente, en tanto, dijo que seguían las negociaciones pero no podía asegurar la resolución de todos los puntos.
En el mercado se estima que quedan en manos de los productores entre 8 y 10 millones de toneladas de soja, vitales para que las plantas de molienda puedan seguir trabajando. La cosecha se redujo más de 50% por la sequía. La poca mercadería disponible llevó hoy a la cerealera Vicentin a parar por seis meses dos plantas industriales en el sur de Santa Fe, en la zona del Gran Rosario, como informó este medio.
Posturas
“Al hacer la declaración jurada de exportación se fija la posición arancelaria [de la soja] en un elevado porcentaje de retenciones y si eventualmente se bajara la alícuota con un nuevo gobierno quedaría descalzada la posición”, indicó una fuente del sector privado sobre un punto que divide a las empresas y el Gobierno.
Añadió: “Hay indefinición de varios puntos que son importantes y si se pretende que sea exitoso lo que planea el Gobierno debieran pulirse todos y cada uno”. Remarcó que, no obstante, hay “permanente” diálogo con las autoridades.
La especulación en torno de un eventual nuevo dólar soja quedó al descubierto el lunes en el Matba Rofex, cuando el valor del contrato de soja disponible en pesos trepó de 135.000 a 145.000 pesos por tonelada, un 7,4%. Sin embargo, la chance de que ese régimen cambiario especial no aplique para las compras domésticas y que solo pueda ser usufructuado en las importaciones hizo que el martes el precio bajara a 141.100 pesos y que hoy lo hiciera hasta los 138.000 pesos por tonelada.
En el caso del contrato noviembre del mercado de futuros, el más operado con la oleaginosa, el lunes reflejó un alza del 3,5%, al pasar de 361 a 373,60 dólares por tonelada, mientras que ayer el ajuste marcó 370,50 dólares y hoy, 369,50 dólares por tonelada.
En la plaza física, en tanto, el salto de viernes a lunes de las propuestas de las fábricas para la zona del Gran Rosario fue de 125.000 a 130.000 pesos por tonelada, valor que se sostuvo hasta hoy, pero sin generar interés entre los vendedores.
Con la colaboración de Dante Rofi
Por Fernando Bertello
Fuente: La Nación Campo.