El sector de la maquinaria agrícola no es ajena a las dificultades para operar con el exterior. En la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT) se reflejaron los inconvenientes que varias de sus empresas asociadas tienen con sus proveedores del exterior por la imposibilidad de realizar pagos. En algunos casos se ha llegado a la suspensión de plantas de producción.
Aclaran que no están teniendo dificultades en la aprobación de las importaciones de material productivo ni de repuestos (SIRAS), que son aprobadas con plazos de pago promedio de hasta 180 días.
Pero destacan que «desde hace dos meses estamos enfrentado serias dificultades para realizar los pagos ya comprometidos de las importaciones de materiales, repuestos y servicios”.
Los mismos voceros señalan: “El volumen de autorizaciones de pagos se ha visto disminuido significativamente, problema que se agrava por cambios inesperados en los procesos de pago previamente autorizados. Esta situación, que nos lleva a un incumplimiento de nuestros compromisos y genera una pérdida de confianza por parte de nuestra cadena de aprovisionamiento, nos coloca en un escenario muy delicado, visualizando eventuales interrupciones de los procesos productivos”.
Alguna de las empresas socia de AFAT ha detenido líneas de producción no por completo, pero en este contexto se visualiza cuanto menos una disminución de los volúmenes productivos, afectando la capacidad instalada de cada de una de las plantas de los miembros de AFAT.
“Si se llegara a la situación límite de tener que pausar líneas de producción, esto implicaría suspensiones de empleo con todo lo que ello conlleva, afectando la cadena de abastecimiento y al personal”, anticiparon.
Otra preocupación que tienen las empresas socias de AFAT es que «de no solucionarse estos inconvenientes, no vamos a poder cumplir con nuestros clientes a la hora de brindar servicios de postventa en tiempo y forma. Los productores y contratistas requieren soluciones inmediatas y, cada día que una máquina está parada, genera pérdidas económicas”, señalan.
Es sabido que la maquinaria agrícola es un factor fundamental en la producción de bienes, alimentos y divisas genuinas para nuestra sociedad, y que fallas o demoras en alguna parte de su cadena de fabricación, provisión de equipos y servicios para el campo, es a todas vistas un sinsentido con efectos negativos para el desenvolvimiento de la actividad económica y social de nuestro país.
Fuente: Clarín Rural.