En un intento por pisar el precio de la carne, el lunes por la tarde comenzaron a circular por whatsapp mensajes anónimos dirigidos a compradores del Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) -el referente a la hora de definir los valores que se pagan por la hacienda a nivel nacional- presionando para que no pagaran más de 1.000 pesos por kilo de ganado en pie, advirtiendo que quienes lo hicieran perderían sus permisos para operar. Incluso, algunos compradores aseguraron haber recibido la misma intimidación directamente a través de llamados telefónicos.
Textualmente, el mensaje que apareció el lunes posterior a las elecciones presidenciales en los teléfonos de los compradores del MAG, y que pronto comenzó a correr como reguero de pólvora entre proveedores, consignatarios y hasta contadores de las firmas ganaderas, decía: “Buenas noches, se informa que a partir de mañana se sugiere no pagar mas de 999 pesos el kilo en pie en el mercado con las matrículas propias y las demás. Cualquier operación que supere dicho importe por favor realizarla por otra vía alternativa. NO PUEDE SUPERARSE EL PRECIO DE $ 999, se corre el riesgo de que PROCEDAN A LA BAJA DIRECTAMENTE DE LAS MATRICULAS. Desde ya muchas gracias. Saludos”.
Las «matrículas» a las que alude son los permisos para operar en el mercado ganadero, es decir, el alta en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) que otorga la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario que orbita dentro de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios al mando de Luciano Zarich. Varios hombres de esta dependencia estuvieron hoy y a lo largo de octubre, siguiendo muy de cerca todas las operaciones entre los corrales del MAG.
Sin embargo, ayer, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, negó que el mensaje intimidatorio en cuestión haya salido de su cartera. «Nosotros respetamos la actividad y trabajamos en conjunto para fortalecer toda la cadena. Nunca hemos actuado presionando ni amenazando a los actores del mercado ganadero para fijar los precios de la carne, ni a ningún otro actor del sector», afirmó el funcionario. «Todas las decisiones las comunicamos públicamente. Con mentiras no se construyen las soluciones», agregó.
Las sospechas, recayeron también sobre el titular de Aduana, Guillermo Michel, quien se encarga de negociar los precios de los productos de consumo masivo desde agosto por orden del actual ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa.
Otros actores del MAG indicaron que el mensaje podría haber llegado también desde desde los matarifes o los frigoríficos o algún gran supermercado en su afán de comprar hacienda barata.
La semana pasada, las distintas categorías tocaron los 1.000 pesos por kilo vivo. Ayer, en el comienzo de la semana de operaciones del MAG, con un ingreso de apenas 5.987 animales, una oferta baja debido a las lluvias del fin de semana, se esperaban una suba de precios llegando a los 1.100 a 1150 pesos por kilo vivo para el novillito liviano especial de feed lot y el novillo. Sin embargo, los valores máximos corrientes igualaron a los del viernes pasado quedando en 1.050 pesos; el precio promedio del novillo cayó de 972,82 a 966,168; los promedios de novillitos y vaquillonas quedaron por debajo de los 1.000; la vaca se pagó entre 666 y 777 pesos en promedio; y el índice general de todas las categorías se ubicó en 895,46 pesos. De cualquier manera, más de un comprador pagó por arriba de los 1.000, entre 1.020 y 1.040, ante la necesidad de hacerse de hacienda.
Aunque no se ha podido determinar todavía quién dio la orden para que se disparen esos mensajes, queda claro que la acción apunta a mantener pisados el valor de la hacienda y los precios de la carne al consumidor, en un contexto preeleccionario de inflación descontrolada. De allí, también, que el texto indique que cualquier operación que supere los 1.000 pesos deberá hacerse por una vía alternativa al MAG, para evitar que ese precio superior quede registrado y se constituya en un valor de referencia. En el mercado, no obstante, alertaron que de realizarse un gran número de operaciones fuera del MAG, directamente en el campo, el precio subiría y eso se traduciría al a góndola, de todas maneras.
A última hora de la tarde del martes, el MAG informó que recibió un llamado desde la Secretaría de Agricultura confirmando que «no existe ninguna intervención por parte del organismo ni sugerencia que avale esas versiones y esperan que las operaciones se realicen normalmente». El mercado ganadero «debe operar con libertad absoluta y sin ninguna sugerencia y/o límite en los valores de la hacienda», subrayaron desde Cañuelas.
Conocido el anónimo mensaje, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) salió a repudiar y rechazar públicamente «cualquier actitud insensata e intimidatoria que interfiera con el libre desarrollo del Mercado Agroganadero de Cañuelas».
«El amedrentamiento a consignatarios y/o compradores que operan en el mercado físico de ganados mediante llamados telefónicos , mensajes o aprietes, instando a comprar hacienda a valores menores a los del mercado, con precios topes, nos retrotrae a acciones y medidas fracasadas realizadas hace 17 años con nefastas consecuencias por todos conocidas», señaló la entidad.
Por eso, desde Carbap rechazaron de plano «este tipo de malas praxis por parte de funcionarios públicos, lo cual solo intentarían sin éxito tapar el sol con las manos». Y remarcaron que el aumento del precio de la carne se debe «solamente a la alta inflación y el bajo poder adquisitivo», por lo tanto, ninguna medida en los mercados podía contenerlo.
Fuente: La Nación Campo.