El gobierno avanza con su proyecto para que en la Argentina existe la identificación electrónica del ganado vacuno con prisa y sin pausa. En los últimos días hubo nuevas reuniones entres los funcionarios de las diferentes secretarías involucradas y los sectores privados, en las que se terminaron de definir plazos y pasos a seguir hacia la trazabilidad individual.
Frente a la crítica más frecuente de los productores ante esta avanzada, que es el costo que supondría para ellos la implementación de un sistema que ningún mercado está exigiendo, se informó que en el mercado argentino hay siete empresas en condiciones de ofrecer el binomio de la caravana tarjeta y el botón electrónico.
Este último botón cuenta con un sistema que lo hace inviolable y que impide que sea reutilizado en otros animales. De todos modos, nada garantiza que no se “pierda” como sucede con las caravanas tradicionales, según apuntan algunos productores.
El costo de ese dispositivo, según fuentes oficiales, sería cercano a 1,20 dólares por unidad, unos 40 centavos por encima del que se utiliza para el ganado que se traza para luego ser faenado con destino a la Unión Europea.
Ese valor, de acuerdo con analistas ganaderos, podría bajar por la competencia de mercado que se daría entre los diferentes ofertantes.
En cuanto a los lectores, el costo estimado del “bastón” que decodifica la información sería de entre 400 y 500 dólares, indicaron los funcionarios. Hasta ahora se hablaba de costos más cercanos a los 1.000 dólares por equipo lector, pero con el avance de este proyecto vienen apareciendo opciones más económicas.
El dato fue ratificado por empresarios que viajaron a la SIAL de Shangai recientemente, y que se reunieron con empresarios chinos que les hicieron demostraciones sobre el funcionamiento de esta tecnología.
“Es increíble, no falló una sola vez. Lo pasás y te lee todo, y te lo transmite a un celular u otro dispositivo”, contaron con cierto asombro.
Algunas entidades, sobre todo del norte del país, criticaron esta iniciativa y dijeron que los pequeños productores no están en condiciones de hacerse cargo de estos nuevos costos. En respuesta a esos cuestionamientos, desde el gobierno señalaron que se buscarán formas de financiar el gasto para dichos casos, e incluso no se descarta que el dispositivo sea suministrado en forma gratuita. Además de que se contaría con bastones lectores a disposición en las oficinas locales de Senasa.
¿Cómo funcionará el sistema? Una vez caravaneado el ternero, el lector recoge la información y la transmite a una aplicación de celular que están diseñando organismos públicos junto con las empresas que venden caravanas. Esa información viaja en forma instantánea a las bases de datos de Senasa.
En cuanto a los plazos para la implementación, la intención es sacar la resolución definitiva entre julio y agosto. El sistema arrancaría de forma voluntaria en septiembre, para volverse obligatorio en enero de 2025, en conjunto con la exigencia europea para trazar todos los bovinos desde “zonas libres de deforestación”.
Luego se avanzará por etapas, con los bovinos que se vayan sumando año a año al stock. Todos los terneros deberán estar caravaneados desde el destete o primer movimiento del campo de cría. La intención es tener a todo el rodeo registrado al 31 de diciembre de 2027.
Fuente: Bichos de campo