Las fábricas de maquinaria agrícola, en su mayoría pymes familiares con décadas de actividad en el Interior del país, reclaman medidas urgentes para estimular ventas y sortear un cuello de botella comercial debido al aumento de demanda que podrían generar las cosechas de soja y maíz
El 2023 fue un año para el olvido; la sequía redujo drásticamente la trilla de cultivos Por ello, ante las lluvias registradas hasta el arranque de 2024, las ilusiones se renovaron. Ahora el sector pide “reglas claras y previsibilidad económica” y la promoción de líneas de crédito para productores y contratistas para las empresas proveedoras de nueva tecnología para el campo.
También abogan por una Ley que jerarquice la producción nacional y, en materia tributaria, reducir la presión impositiva y reconsiderar la alícuota del 15% de derechos exportación de equipos agrícolas, categorizados como productos industriales.
A los fabricantes también les interesa que el Banco Central elimine la restricción crediticia –que rige de septiembre de 2022- a los productores que mantengan un stock de soja superior al 5% de su producción. Para estos, el Central estableció un interés mínimo igual al 120% de la última “tasa de Política Monetaria”, que se aplicaba sobre las Leliqs en pesos.
Las pymes de maquinaria agrícola saben que muchos empleos en los pueblos dependen de su actividad. Por eso, también les interesa mejorar su poder adquisitivo para hacerse de insumos importados, clave para sumar “tecnología de punta” y cerrar exportaciones a un dólar que se pesifique a valores competitivos. Una jugada de política económica a dos bandas difícil de lograr.
“Parate importante”
Desde Armstrong (Santa Fe), Marcela Silvi, vicepresidente de Erca, marcó que el sector tuvo un “parate importante” en 2023 y un repunte sobre el final del año, con el fin de la sequía. Erca proyecta un 2024 de nuevas tecnologías y equipos, sabiendo que los productores y contratistas aprovecharán la cosecha para acomodarse y empezar a recuperarse. .
“El sector tiene productos conocidos en el mundo y podemos competir con quien sea: sabiendo que somos sensibles a la importación; necesitamos menor presión impositiva para ganar en competitividad. Ganar un mercado en el exterior nos puede demandar más de 12 meses, y con medidas como una retención del 15% para exportar maquinaria agrícola lo podemos perder en minutos. Tuvimos muchas consultas por este tema desde Uruguay, destino de muchas de nuestras sembradoras”, dijo Silvia a Infobae.
“El sector necesita financiamiento y las tasas están atadas a la inflación. No vemos aún una baja en el costo de vida y persiste el temor a tomar tasas que puedan quedar de cara a futuro. Hay que trabajar este tema con los bancos oficiales. La recuperación no será inmediata, pero vemos un escenario muy positivo y nuestra empresa, que en 2024 cumple 50 años: necesita reglas claras y previsibilidad”, expresó.
Impacto de sequía
José Luis Dassie, director de Metalfor, una firma instalada en Marcos Juárez (Córdoba) explicó que 2023 fue un año muy difícil para el sector. La sequía afectó a la zona central del país, impactó en el volumen de granosy el menor ingreso de divisas derivó en menores inversiones y menor renovación de los parques de maquinaria existente.
“Las expectativas para 2024 son totalmente diferentes: se ha recuperado un régimen de lluvias permitiendo recargar los perfiles del suelo, y proporciona buenas expectativas para el rendimiento de los cultivos. Esto va acompañado de la necesidad de incorporar maquinaria y abre oportunidades de mercado. En el caso de Metalfor, hemos desarrollado nuevas tecnologías que se adaptan específicamente a un ahorro de costos en la aplicación de fertilizantes o fitosanitarios”, afirmó Dassie..
El cambio de escenario productivo hace que el productor o contratista deba tener los “fierros” preparados. “Puede suceder que la demanda supere a la oferta en el mercado de nuevos equipos y tengamos un cuello de botella: allí habría que anticipar decisiones ante la necesidad de actualizar su maquinaria”.
Pedidos al Banco Central
Valeria Piersanti, de Piersanti, empresa que fabrica plataformas y equipos agrícolas llamó al 2024 un año de “grandes desafíos: necesitamos créditos para seguir desarrollando nuevas tecnologías, y también variables económicas claras y trabajar en el desarrollo de políticas que le permitan al sector ser más competitivo”. .
“Tras la sequía del 2023, sabemos que la producción agrícola local va a seguir buscando tecnología. Hoy estamos recomponiendo precios luego de la devaluación de diciembre y vemos con mayor claridad el segundo semestre en adelante. Todo va a depender del resultado se la campaña gruesa, especialmente en soja y maíz”, expresó Piersanti desde la localidad de Noetinger, en Córdoba.
“Para que esto traccione necesitamos de muchas variables. Estamos esperanzados en el clima, pero para que el productor tenga claridad debe haber un alivio gradual en materia impositiva, así va a invertir. También las empresas de maquinaria necesitamos que el Banco Central revise la medida que impide el acceso al crédito a aquellos productores de soja que retienen más del 5% de su cosecha”.
Presión impositiva
Desde Zenón Pereyra, en el centro este de Santa Fe, sede de la firma Altina, Esteban Pivetta dijo que peses a la sequía y las dificultades que tuvo el mercado de maquinaria agrícola, las empresas locales pudieron manejar la situación y terminar el año de modo positivo. Ahora es necesario –dijo-”corregir todo el tema impositivo para exportaciones para ser competitivos e importar insumos como para exportar a un dólar competitivo”.
“Las buenas perspectivas de cosecha nos alientan, sobre todo para la segunda parte de 2024. Creemos muy necesaria la reactivación de líneas de crédito a tasas competitivas. Contar, ya desde marzo, con herramientas financieras para ofrecer a nuestros clientes, dijo el referente de Altina, que produce equipos para fertilizar y sembradoras neumáticas.
Ignacio Tanzi, de la firma Tanzi, ubicada en Arequito, Santa Fe, afirmó que “el año pasado fue difícil para el sector de la maquinaria agrícola y también para los clientes, que son los productores”. A la sequía se sumó la incertidumbre política y las ventas –estimó- “descendieron en un 50% para todas las fábricas”.
“Este año comenzó con mejores perspectivas. Se avanzó con la siembra en tiempo y con un clima mejor. El ajuste de las tasas de interés, que desciendan, permitirá alinear el sector y recuperar los niveles de venta de equipos”, dijo Tanzi. “Aún persiste la inestabilidad monetaria: si el gobierno logra corregir las tasas de interés, podría haber un muy buen año por delante”, aseguró Tanzi.
Exportaciones
Desde Pergamino, Alberto Gaviglio, de Akron, subrayó que 2023 fue durísimo para las empresas del sector. En el caso de Akron, hasta 35% de las ventas fueron al exterior, a través de dealers propios a Australia, EEUU y Canadá. “Allí estamos entusiasmados con lo que podemos crecer”, señaló.
Según Gaviglio, 2024 será un año de desafíos. “Somos optimistas, el año arrancó con calor y pocas lluvias, pero todo hace presumir que habrá una muy buena cosecha. El productor está entusiasmado sobre los cambios que puedan producirse en Argentina, y seguramente en el año habrá condiciones para mejorar la rentabilidad. Cuando eso sucede, el productor invierte y se equipa Este año seguro será superior al 2023″, señaló.
Sobre los problemas de las empresas del sector, Gaviglio coincidió en que falta crédito, pero es optimista. “Somos conscientes que va a volver una vez que se estabilice el tema inflacionario. Los costos de financiamiento son muy altos. En Akron, constituimos una empresa a través de la cual vendemos maquinaria a través de canje de granos futuros hasta finales del 2025″, explicó.
Néstor Cestari, fabricante de tolvas en la localidad bonaerense de Colón, dijo que este año espera ver el restablecimiento del crédito. “El 2024 será un año de transición para la industria, y si llega a llover vamos a tener una a favor. Además, esperamos que los cambios económicos que se adopten vayan dando resultado. Quizás no será inmediato, pero le permitirá decir a la gente que estos justificaron el sacrificio que estamos haciendo”.
Además del tema crediticio, Cestari recordó las retenciones. “Si se grava al sector con impuestos a la exportación, lo vamos a sentir mucho. Los insumos importados para fabricar maquinaria nacional han aumentado más que el dólar. Y seguimos comprando insumos ajustados a la inflación en pesos. Habrá que ajustar muchas cosas. Espero que el gobierno no se olvide de los incentivos que necesitan las fábricas pymes, para que no se frene la actividad, y que todos tengamos trabajo”, concluyó.
Fuente: Infobae campo