Dólares del campo: por qué los productores bajaron el ritmo de venta de granos

La venta de granos por parte de los productores agrícolas argentinos se ha ralentizado en 2024. Si bien los negocios mostraron un repunte en mayo, mes en el que confluye la oferta de maíz y soja, la llamada cosecha gruesa, en junio las operaciones volvieron a retraerse debido, fundamentalmente, a la caída de las cotizaciones internacionales de maíz y soja registradas al inicio del mes.

Al 5 de junio, la comercialización total de soja llegaba al 40 por ciento de la producción estimada, cuando en el promedio de los tres últimos años, el volumen ascendía al 47 por ciento y al 41 por ciento en 2022, es decir que se encuentra un tanto retrasada (ver tabla). En tanto, las operaciones de maíz totalizaron el 44 por ciento, mientras que para la misma fecha, promediaban el 53 por ciento en las últimas tres campañas y el 50 por ciento en 2022.

“Al tipo de cambio exportador, hoy la pizarra por soja se recupera, cotizando en niveles similares a los de mediados, 297 dólares por tonelada, habiendo ganado 8 dólares, el 3 por ciento, desde el mínimo de la semana pasada, mientras que por el maíz, la pizarra se negocia en los 168 dólares por tonelada, recuperando 6 dólares y un 3 por ciento desde el lunes pasado”, detalló Emilce Terrré, economista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Así, el poder de compra de una tonelada de soja bajó hacia niveles similares a los de abril y el del maíz se mantuvo en mínimos de todo el año, algo que suele suceder estacionalmente, debido a la presión de cosecha.

En los primeros días de junio las ventas cubiertas con precio en proporción a la producción total de granos avanzaron a un ritmo más lento que en los últimos años. “Entre contratos forward con precio y operaciones en el mercado a término, solo se han cubierto precios para el 32 por ciento de la producción, inclusive por detrás del año pasado a esta altura”, señaló Terré.

Como enumeró la analista, el avance más lento en la comercialización, la caída de los precios internacionales de los principales commodities agrícolas y el blend que implica que un 20 por ciento de las exportaciones se liquidan por los mercados bursátiles, explican la menor liquidación de divisas del agro en el mercado oficial de cambios. Según el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), en los primeros cinco meses de 2024 los principales exportadores agroindustriales liquidaron 9.046 millones de dólares, el menor valor desde 2020 para ese período.

La economista explicó que la dinámica comercial está limitada también por “el recalentamiento sobre el precio del dólar financiero de la semana pasada y porque el tipo de cambio exportador actualizado por CER se ubica en el nivel más bajo del año”.

De acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ya se cosechó el 92,2 por ciento de la soja, unos 47,3 millones de toneladas de una producción total estimada en 50,5 millones de toneladas. Según la BCR, hasta la última semana de abril solo se había comprometido el 24 por ciento de la oferta total de soja 2023/24 en el mercado físico, un volumen inferior al promedio de los últimos seis años y, en términos absolutos, fue el menor desde 2013/14 (a excepción del ciclo pasado signado por la gran sequía). Sin embargo, en mayo las compras acumuladas llegaron a 5,7 millones de toneladas por soja, siendo el avance mensual más importante en cinco años, comprometiendo en 31 días el 10 por ciento de la oferta total. Además, se fijaron precios a 6,2 millones de toneladas, pasando del 7 por ciento de la oferta total con precio de abril al 18 por ciento a fines de mayo, es decir que se triplicó el volumen de mercadería cubierta en el físico.

Por el contrario, la comercialización de maíz durante mayo fue una de las peores en años. Apenas se comprometieron algo más de 2 millones de toneladas, el 5 por ciento de la oferta total, llegando así a un acumulado 8 por ciento inferior al promedio.

La soja en junio
Actualmente, con la cosecha de soja en su etapa final, con más del 92 por ciento recolectado, “el flujo de mercadería que ingresa a las plantas comienza a disminuir y por lo tanto la necesidad de enviar a puertos o consumos; entendemos que la dinámica será vender solo lo que se necesite para afrontar pagos como insumos o alquileres”, dijo Juan Manuel Uberti, analista de mercados de la corredora de cereales Grassi S.A.

Según los últimos datos oficiales, en la primera semana de junio se negociaron 930.000 toneladas de soja, lo cual representa una disminución respecto del ritmo semanal del mes anterior. “El vertiginoso ritmo de ventas que exhibió mayo, más de 5 millones de toneladas, tuvo como principal motivo el progreso de la cosecha concentrado en esos días -con la consecuente necesidad de espacio y cuestiones de logística- junto con una suba en los precios; además de las necesidades financieras para afrontar vencimientos y pagos “, explicó Uberti.

Soja negociada por semana desde el 8 de mayo hasta el 5 de junio de 2024. Fuente: Grassi S.A.Soja negociada por semana desde el 8 de mayo hasta el 5 de junio de 2024. Fuente: Grassi S.A.
El especialista aseguró que otra de las causas es la incertidumbre que genera el contexto económico y cambiario. “En medio de la negociación por la ley de bases, con el Banco Central sin poder acumular reservas, el vencimiento de deuda en dólares y la negociación del swap con China, los dólares financieros subieron. Si bien esto en parte mejora el tipo de cambio exportador -y en consecuencia los precios en pesos al productor- hay que destacar que la brecha entre este tipo de cambio, 980 pesos aproximadamente, y los libres (MEP), ascendió al 30 por ciento aproximadamente”, analizó.

“El precio FOB de la soja es de 493 dólares por tonelada. El productor cobra en dólar MEP 231 dólares, tiene 33 por ciento de retenciones y 41 por ciento de brecha. En total la quita es del 53,2 por ciento sobre valor FOB. Por esto el productor no liquida”, desarrolló hoy el analista económico Salvador Di Stefano en su cuenta de X.

Fuente: Clarín Rural