No habrá revancha para el trigo, al menos no la esperada por los productores que tuvieron una cosecha muy mala en el ciclo pasado y que esperan que el clima y la llegada de El Niño les dieran una mano.
En el sudeste de Buenos Aires hay exceso de humedad y eso complica la siembra. Pero en la zona central del país la situación es mucho más compleja. En esa región la ventana de siembra termina en pocas semanas y no solo no recibieron las precipitaciones necesarias para avanzar. Además las temperaturas vienen siendo más elevadas de lo normal lo que también podría afectar el desarrollo del cultivo.
La ingeniera Marina Barletta, de la Red GEA de las Bolsa de Comercio de Rosario, indicó que “quedarían sin sembrar unas 100.000 hectáreas en la zona núcleo por la falta de agua en el sudeste de Córdoba, noroeste de Buenos Aires y extremo sur de Santa Fe”.
La superficie sería de “1 millón de hectáreas menor, el 23%, a la del año pasado y se trataría de la más baja en 7 años” en la zona agrícola núcleo, indicó.
La analista puso como ejemplo lo que pasó en “Sancti Espíritu, al sur de Santa Fe, donde llovieron 37 milímetros en mayo y nada en junio, y allí fue casi imposible la siembra. En General Pinto se detuvo la implantación en el 50% de lo intencionado. En algunas regiones la superficie cayó hasta 60% respecto del año pasado”.
A la falta de lluvias se agrega el efecto de las temperaturas “que fueron más altas de lo normal, lo que ayuda a los nacimientos pero si la tendencia se mantiene en invierno afectará el potencial de rinde porque el trigo requiere de frío para el macollaje. Entramos el ciclo con reservas de agua ajustadas y si tenemos temperaturas calidad bajará el rinde promedio”.
¿Hay posibilidades de lluvias en los próximos días para sembrar lo que falta de trigo?
“Los pronósticos de corto plazo muestran una baja probabilidad de lluvias en los próximos días. Estas podrían darse sobre el este bonaerense y con valores moderados”, explica otro informe de la BCR, que de todos modos dejaba abierta la posibilidad de algunas precipitaciones desde la tarde de este domingo.
“Hay una inestabilidad atmosférica muy alta”, advierte el consultor Alfredo Elorriaga. Para el domingo 2 de julio, la llegada de un sistema frontal frío aumenta la probabilidad de precipitaciones en la región núcleo. Pero las condiciones tienden a mejorar hacia la noche del mismo día. Por otro lado los productores de la franja oeste de la región explican que “Tendría que llover 40 a 50 mm para que vuelva a sembrarse y sumar área triguera”. Lamentablemente, son milímetros que están fuera de las marcas estadísticas del invierno.