La cosecha de soja, el evento económico más importante del año para nuestro país, culminó en un estrepitoso fracaso, efecto de la histórica sequía que afectó a gran parte del campo el año pasado y principios de este. Con la recolección de los últimos lotes en pie, al sudeste bonaerense, la producción totalizó 21 millones de toneladas, el volumen más bajo en más de dos décadas.
De esta manera, la producción de la campaña 2022/23 se ubicó un 51,5% por debajo de lo registrado en el ciclo anterior, con una merma interanual de unas 22,3 millones de toneladas, indicó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). Fue también la peor desde que la entidad bursátil empezó sus registros en el año 2000. El desplome de los rindes alcanzó el 45%, llegando a los peores niveles en 10 años, con apenas 15,4 quintales por hectárea (qq/ha).
“La sequía, sumada a las altas temperaturas registradas sobre el centro de la región agrícola durante gran parte del ciclo del cultivo, han resultado en pérdidas de área cosechable, principalmente para la soja de segunda y han generado una disminución significativa de los rendimientos”, explicaron los especialistas de la entidad bursátil porteña.
Si se desglosan las regiones agrícolas del país, se puede constatar que la productividad en casi todos los rincones del territorio fue desastrosa. El rinde promedio sobre el Núcleo Norte finalizó en 15,2 qq/ha y para el Núcleo sur en 13,8 qq/ha, teniendo un gran impacto en la producción a nivel nacional”, pue ambas zonas son las que más soja aportan a nivel nacional.
Los que mejoraron
El centro-este de Entre Ríos fue el área de menor rendimiento, llegando a solo 7,8 qq/ha, mientras que sobre el norte de la región agrícola, por demoras en las siembras debido a la escasez de humedad, la ocurrencia de algunos pulsos de precipitaciones, principalmente sobre Salta y el este de Santiago del Estero, pusieron un freno a la merma en los rindes de 19,4 qq/ha para el NOA, y de 21,1 qq/ha para el NEA, productividades que se ubicaron por encima de las obtenidas en la zona núcleo.
La otra zona agrícola argentina donde la sequía y las heladas tardías no llegaron a golpear y se obtuvieron rindes por sobre el promedio histórico fue el sudeste de Buenos Aires, gracias a que los cultivos gozaron de una temperatura por encima de la media y óptimas condiciones de humedad, obteniendo rendimientos de 23,8 qq/ha, con picos de 35 qq/ha en promedio en algunas zonas.
Mala espiga
Por su parte, continúan los recortes en la intención de siembra de trigo. Así, esta semana la BCBA ajustó a la baja en 100.000 hectáreas la estimación de implantación, ubicándola en 6 millones de hectáreas. Esto implica, por el momento, una caída del 1,6% respecto a la campaña anterior, cuando al principio de los trabajos se preveía una expansión de 5 puntos porcentuales en el área.
“Este ajuste se debe principalmente a la escasez de humedad para cumplir con los planes de siembra sobre el centro oeste de la región agrícola, donde la ventana de siembra se encuentra avanzada”, planteó la Bolsa porteña. Básicamente, la falta de lluvias en Córdoba y el oeste bonaerense impidieron a algunos productores emprender la implantación del cultivo de invierno.
Con este nuevo guarismo, la siembra de trigo ahora se ubicó en 71,9% del área estipulada para el cultivo, con 4,3 millones de hectáreas ya implantadas. No obstante la menor superficie, todavía los trabajos de implantación presentan un retraso de 1,6 puntos porcentuales.
Fuente: Infobae campo.