La primera encuesta de intención de siembra de maíz en la región núcleo alerta sobre una disminución del 15% en el área destinada al cultivo. Así lo aseguró la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en un informe que indica que esta caída se debe a la llegada de la chicharrita a la región en la última campaña. En contraste, la campaña de trigo 2024/25 se perfila como una de las más tecnológicas y ambiciosas, con productores de la zona dispuestos a superar los niveles de rendimiento récord. La BCR detalló que en la campaña 2021/22 el rendimiento triguero alcanzó niveles históricos con 47,3 quintales por hectárea (qq/ha), y este año se podría superar los 50 quintales por hectárea.
“El aumento interanual del maíz del ciclo pasado, con un 30% en la región núcleo, marcó que el maíz era una locomotora que no paraba y le restaba área a la soja otro año más. Pero llegó la chicharrita y es factible que el maíz sufra un fuerte traspié en el próximo ciclo. Las primeras encuestas de intención marcan una caída promedio de un 15%. Esta área la recuperaría la soja de primera”, alertó.
También detalló que los ingenieros coincidieron en que la superficie de maíz tardío caerá casi por completo en la región. “En el este de Córdoba advierten que puede hacerse algún lote más tarde, pero en ningún caso sembrar en diciembre. En el norte de Buenos Aires, menos afectados por la plaga, están un poco más relajados en este sentido, aunque planean disminuir el área del tardío y compensarla con el temprano”, indicó.
En lo que respecta al trigo la BCR sostuvo: “Los planes de fertilización en la campaña 2021/22 apuntaban a un rinde objetivo de 50 a 55 qq/ha, y este año la región vuelve a plantear una gran apuesta con tecnología de punta, con el objetivo de superar los 50 qq/ha”. En el norte bonaerense los planes incluyen más de 180 kg de nitrógeno por hectárea, según la fertilidad del lote, y aspiran a un potencial de 60 qq/ha.
Esta semana, en la región núcleo, los técnicos observaron un “fuertísimo aumento” de dosis de fertilizantes respecto a la campaña pasada, que se fertilizó “muy poco”. Este aumento está liderado por el nitrógeno y el fósforo en las fertilizaciones de arranque. Por ejemplo, en Bigand se están aplicando hasta 120 kg/ha de arrancador, en comparación con los 80 kg/ha de la dosis base. Además, se están incorporando mezclas con micronutrientes como el zinc. En cuanto a la urea, se espera aumentar las dosis de 150 kg/ha habituales a entre 200 y 250 kg/ha.
Esto se da en un contexto en el que la siembra de trigo se largó con fuerza en los últimos siete días: se implantaron más de 360.000 hectáreas. Representa el 40% de avance sobre la superficie proyectada para esta campaña. “Tenemos muy buena cantidad de agua útil en el perfil, pero está justa en los primeros centímetros del suelo. Hay suficiente para una semana”, manifestaron ingenieros agrónomos de El Trébol a la BCR. A nivel regional el sector más adelantado es el centro-sur santafecino con un 80% y luego el sudeste cordobés con un 40%.
“Hay que recordar que la campaña pasada fue una de las más bajas en área por la falta de agua que afectaba sobre todo al oeste de la región. Y esta semana el salto de la intención triguera pasó de 10 a 15%, con lo cual el hectareaje triguero ya se ubica en 1,21 millones de hectáreas”, dijo.
Según indicó, en el este de Córdoba, en Monte Buey, los técnicos comentaron: “Habrá entre un 30% a 35% más de la superficie destinada al cereal. Se vuelve a un planteo más equilibrado con un tercio de la superficie de trigo/soja, otro tercio de maíz (temprano) y otro con la soja de primera”.
Fuente: La Nación campo