El empresario agroindustrial Gustavo Grobocopatel comparó la forma de producir de Brasil contra la Argentina y dijo que el vecino país tuvo su desarrollo durante muchos años, por eso le sacó una enorme ventaja. Recalcó que los problemas que tuvo la nación vecina eran “peores” o “más dificultosos” a los que se tenían acá hace 20 años, cuando se comenzó a notar el cambio en la forma de producción. No obstante, recordó que en los últimos 10 años Brasil creció el 100%, mientras que la Argentina se quedó en 0.
“Detrás de este diagnóstico tan negativo, hay una esperanza que está vinculada con que nosotros podemos resolver problemas con mucha más facilidad de lo que los resolvió Brasil”, dijo en un panel el XXXI Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) en esta ciudad.
El panel, denominado “Brasil, el líder agroindustrial a seguir”, estuvo integrado también por el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-Cec), Gustavo Idígoras; el economista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) Julio Calzada; Andrea Parrilla, de la Embajada de Brasil, y Germán Paats, de la Fundación Barbechando.
Grobocopatel mencionó que Brasil, para ser más competitivo, necesitó infraestructura que lleva mucho tiempo desarrollar, pero que también para crecer se necesita calidad de talentos. Comparó con que en la Argentina es necesario que “venga alguien” y trate el problema de las retenciones: “No necesariamente que diga cero, sino… ponele 3%, 5%, lo que sea, pero obviamente necesitamos de las otras cosas. Es necesario ponernos en camino rápidamente, porque además nos gusta rápidamente generar los resultados”.
“En los últimos 10 años Brasil creció el 100% y Argentina 0, y el peso es muy dramático”, apuntó el empresario, quien señaló que si esa comparativa se da a 20 años “es terrible”.
Según afirmó, la necesidad es ver de qué manera la Argentina puede no solo alcanzar o recuperarse, sino tener una visión que proyecte junto a Brasil y el Mercosur un programa de desarrollo. “Eso tiene que ver cuando uno ve a un país del Mercosur y a Latinoamérica en general tener una gran superficie para sus finalidades públicas”, acotó.
Grobocopatel recalcó que acá hay “cultura productiva”, por lo que trazó un paralelismo con la Sabana en África, donde “no hay cultura” y que, si bien se puede comprar tecnología, no tienen cultura, algo que “puede tomar décadas” construir.
Según dijo, para la Argentina es “una bendición que esté Brasil acá”. Dijo: “No es alguien a quien tenemos que correr como jugar en un partido de fútbol, es alguien a quien tenemos que asociarnos”, graficó. Evocó una frase que menciona que Brasil y la Argentina “no son socios, sino hermanos”.
“Si pones un socio, lo podés a correr, pero a un hermano no. Compartimos límite, huso horarios: estamos condenamos a hacer algo juntos con Brasil. Eso se llama regionalización”, planteó.
A su vez, dijo que es necesario tener una mirada común de las discusiones globales sobre el medioambiente, el comercio, entre otras cuestiones. “Tenemos que empezar a construir un camino juntos con la convergencia, pero no lo podemos hacer si no tenemos políticas, esa convergencia es macro. Esto va a crecer mucho más. Tenemos empresas donde hay accionistas en los dos países, pero no tenemos empresas mixtas, porque esto se logra cuando uno se conoce y se construye. Hay que incentivar a que esto suceda. Tenemos que lograr rutas, infraestructura juntos”, se esperanzó y resumió con que la agenda pública de ambos países tiene que ser una sola.
A lo largo de la charla, en tanto Idígoras acotó que mejorar la competitividad como Brasil lleva tiempo y dinero, pero sostuvo que “es necesario ser parte de la gestión de esas políticas agropecuarias”. Según dijo, se tiene que generar la vocación y representación, pero que hay “una luz de esperanza para lo que viene”.
Por su parte, Parrilla dijo que Brasil apoya las políticas públicas de fomento para la agricultura y la ganadería: “Es importante que haya este apoyo”.
En tanto, Paats hizo hincapié en que “la enorme diferencia no es más que las políticas públicas”. “Brasil vio cuál era su horizonte, a dónde quería llegar: multiplicó su producción por dos”, expresó. Paats añadió que el relacionamiento con la política es algo que se tiene que cambiar de base en la Argentina. “Tenemos que trabajar de la mano de la política, involucrarnos. La política no es mala palabra, es la solución para salir del pozo en que estamos”, sintetizó.
Belkis Martínez
Fuente: La Nación Campo.