El informe de la industria de maquinaria agrícola que trimestralmente elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) no deja dudas: los últimos meses que han vivido las empresas que fabrican y comercializan cosechadoras, tractores, sembradoras e implementos han sido muy complicados.
La primera foto que presenta el INDEC, relacionada a la facturación, parece ser positiva: en total, entre enero y marzo se vendieron equipos por casi $ 270.000 millones, lo que significa un incremento del 243,7% en relación al mismo período de 2023.
De manera desagregada, los tractores presentaron el nivel de facturación más alto del trimestre, con $ 111.937,1 millones (+ 232,9%); y fueron seguidos por los implementos, con $ 71.724 millones (+ 241,1%); las cosechadoras, con $ 64.982 millones (+ 285,6%); y las sembradoras, con $ 21.299 millones (+ 202,6%).
Sin embargo, es una foto que engaña: no se puede olvidar que en el medio hubo una inflación de casi el 290%, por lo que estos crecimientos están por debajo de esa tasa.
Además, se trata de máquinas que en general tienen sus valores dolarizados, por lo cual la caída real de las ventas fue más significativa.
MAQUINARIA AGRÍCOLA: UN PRIMER TRIMESTRE PARA EL OLVIDO
Esto se confirma al observar las ventas en términos reales; es decir, por cantidad de unidades. Sumando todos los rubros, en el primer trimestre se comercializaron en el país 2.771 equipos, lo que implica una caída interanual del 22%.
Pero eso no es todo: se trata de la peor cifra desde 2014, cuando fueron 2.422.
En el caso de las cosechadoras, se vendieron apenas 167, un 16% menos que en el inicio de 2023 y apenas una más que las 166 de 2014.
En los tractores, en tanto, la caída interanual fue la peor (31%), con 1.145 que salieron de las líneas fabriles y de las concesionarias, aunque en la serie histórica hay que remontarse solo a 2020 para encontrar un valor inferior (1.083).
En sembradoras, se comercializaron 169, lo que implica una baja del 25% frente al primer trimestre del año pasado, y el menor guarismo desde 2018 (155).
Por último, en implementos –que incluye pulverizadoras (tanto autopropulsadas como de arrastre), tolvas, fertilizadoras y mixers, entre otros– está el dato más preocupante: fueron solo 1.290 unidades, la peor cifra en al menos 20 años de registros del INDEC.
El gráfico a continuación, elaborado por Infocampo con datos del organismo estadístico, permite observar la evolución de cada rubro desde 2004 hasta hoy:
MAQUINARIA AGRÍCOLA: LA ESPERANZA PUESTA EN AGROACTIVA
En este marco, vale mencionar que las cifras oficiales solo confirman lo que ya venían mostrando los informes mensuales de patentamientos elaborados por la División de Maquinaria Agrícola de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA).
Estos datos, tomados sobre la base de la información cargada por los Registros automotores, mostraron en el primer trimestre una caída de los patentamientos del 41,5%.
Esta cifra solo contempla tractores, cosechadoras y pulverizadoras autopropulsadas, que son las que se deben registrar para poder circular por calles y rutas, pero constituye un parámetro mensual de la situación del sector.
En ese entonces, ACARA advirtió que el sector seguía en “una baja pronunciada que no encuentra piso”.
La esperanza en este contexto surgió en el informe de abril, que se conoció a principios del corriente mes.
Allí ACARA consignó una leve mejora en la cantidad de operaciones y lo ató a las buenas expectativas que había dejado Expoagro.
Los datos de mayo aún no se conocen: probablemente salgan a la luz la semana próxima. Pero hay compañías que ya avizoran un “mejor ánimo” en las concesionarias.
Mientras tanto, el miércoles que viene inicia Agroactiva y el sector prende velas que sea definitivamente un momento bisagra para que la maquinaria agrícola vuelva a poner primera y retomar la senda del crecimiento.
Fuente: Infocampo