El gobierno argentino volvió a ampliar este miércoles el listado de rubros de las “economías regionales” que pueden acceder al “dólar agro”.
El nuevo listado de productos que podrían eventualmente ingresar al régimen cambiario especial, que contempla un tipo de cambio de 300 $/u$s, está conformado por semillas de diferentes especies forrajeras, como es el caso del trébol blanco, festuca, raigrás y agropiro.
En los últimos años las exportaciones de raigrás con destino a Brasil, Uruguay, China y Europa vienen creciendo de manera significativa, al igual que los envíos de trébol blanco realizados a China. Un detalle de color: la nación asiática emplea el recurso forrajero en emprendimientos acuícolas. El agropiro tampoco se queda atrás con embarques realizados a países limítrofes, EE.UU. China, Europa y hasta Marruecos.
En 2022, según datos oficiales, se exportaron 8559 toneladas de agropiro por un valor FOB de 11,7 millones de dólares, mientras que en el caso del raigrás esa cifra fue de 7596 toneladas por 10,5 millones de dólares y en el de trébol blanco de 1006 toneladas por 5,35 millones de dólares.
Es importante estar atentos porque la medida, tal como ocurre en el caso de los granos, podría impulsar subas de precios de las semillas forrajeras comprendidas en el “dólar agro”.
La medida también comprende a ciertos productos específicos del sector porcino, tales como carne en canales o medias canales, piernas, grasa y manteca de cerdo e hígados. Además, se incluyó a trozos de conejo o de liebre.
Por último, el ecléctico listado incluye aceite de uva, lías de vino, alcohol etílico sin desnaturalizar, cuajo, alfa amilasa, preparaciones enzimáticas, algodón simplemente desmotado y algunas plantas ornamentales.
En los fundamentos de la resolución 216/2023, publicada hoy en el Boletín Oficial, se indica que “a través de estos programas de estímulo se busca promover el arraigo territorial, el agregado de valor, la industrialización en origen, diversificación de productos y el incremento de las exportaciones a través del desarrollo socioeconómico armónico”.
Fuente: Bichos de campo.