La temporada de granos ha sido particularmente inestable, con la sequía y las olas de calor extremas como principales protagonistas. De acuerdo a estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) las contingencias climáticas finalmente provocarán una merma de producción de trigo, soja y maíz del 44% en comparación a la temporada anterior.
En detalle, durante la temporada pasada se produjeron 116,2 millones de toneladas de esos granos, mientras que en 2022-2023 se alcanzará una producción estimada de 65 millones de toneladas. Es decir que la merma alcanzará las 51,2 millones de toneladas.
Fuertes caídas
Ninguna de las tres ramas productivas analizadas pudo escapar a los efectos de la sequía. De hecho, el sector que menos cayó, el maíz, sufrió una retracción del 37% en el volumen producido.
De acuerdo al relevamiento de la BCR, en la campaña anterior se alcanzaron las 51 millones de toneladas de maíz, con una superficie sembrada de 8,64 millones de hectáreas y un rendimiento de 68,8 quintales por hectárea.
En la temporada actual no sólo hubo una menor superficie destinada a la producción (7,9 millones de hectáreas), sino que además el rendimiento fue mucho más bajo, con un promedio de 53,6 quintales por hectárea. Eso condujo a que la producción total fuera de 32 millones de toneladas, según la estimación de los especialistas.
Fue mayor aún la caída registrada por el trigo. De acuerdo a los datos de la BCR, en la campaña 2021-2022 se sembraron 6,9 millones de hectáreas de trigo, que tuvieron un rendimiento de 35 quintales por hectárea y produjeron un total de 23 millones de toneladas.
Esta temporada, en cambio, el área de siembra fue de 5,9 millones de hectáreas y el rendimiento promedió los 23,3 quintales por hectárea, lo que dejó como resultado una producción de 11,5 millones de toneladas. Así, de una campaña a otra se registró una caída del 51% en la cosecha de trigo.
En lo que respecta a la soja, con el 96% de avance de cosecha, llega el final de una campaña extremadamente mala. De acuerdo a la estimación de los especialistas, en el mejor de los casos se alcanzará este año una producción de 21,5 millones de toneladas. Si bien el área sembrada se mantuvo estable (16 millones de hectáreas), el rinde fue extremadamente bajo, cayendo hasta los 17,5 quintales por hectárea.
En la temporada anterior (2021-2022) la superficie fue prácticamente la misma (16,1 millones de ha.), pero el rendimiento fue de 27,7 quintales por cada hectárea sembrada, lo que permitió llegar a las 42,2 millones de toneladas de producción. La diferencia de una campaña a otra dejará como resultado una merma de al menos 49% e incluso, aseguran, podría ser algo mayor.
Mejoran las expectativas para el trigo
De cara a la temporada 2023-2024, las perspectivas para la producción de trigo son mejores a las que existían hace apenas algunas semanas. Es que antes de las lluvias, con un escenario casi tan seco como el 2009, el área de trigo argentino corría el riesgo de caer en un millón de hectáreas respecto del ciclo 2022/23. Ahora, tras la recuperación hídrica en el este, la disminución interanual se estima en solo un 5%.
“Por la falta de agua, la siembra de trigo argentina 2023/24 pudo haber estado entre las más bajas de la década. El déficit que arrastraba la región pampeana por la súper sequía argentina y la situación del otoño trazaban un escenario de siembra casi tan seco como el 2009, pero el evento de precipitaciones de mayo dejó acumulados que duplicaron y hasta triplicaron las medias mensuales en el Este, dejando atrás escenarios de siembra que recortaban 1 M de ha y más aún”, analizaron los especialistas de la BCR.
No obstante, los expertos advirtieron que la franja Oeste sigue seca. El oeste de Buenos Aires, La Pampa y Córdoba son las áreas más comprometidas para cumplir con los planes trigueros.
“Se estima un área de trigo 2023/24 de 5,6 millones de hectáreas. De esta manera, la intención triguera sería un 5% menor que en el ciclo anterior (5,9 M ha). Trazando un escenario productivo con 200.000 ha que no lleguen a cosecha y un rinde de 30 qq/ha (promedio redondeado de las últimas 5 campañas argentinas)”, señalaron.
De esta manera, Argentina podría producir 16,2 millones de toneladas de trigo la próxima temporada, lo que implicaría una recuperación del 40,6% respecto a la temporada 2022-2023, aunque no alcanzaría para igualar las 23 millones de toneladas de la campaña 2021-2022.
Fuente: infobae campo.