Quedan cinco jornadas para finalizar el dólar soja IV

Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y operadores del mercado, se comercializaron más de 3,1 millones de toneladas, entre contratos recientes y fijaciones de precios de negocios previos a la medida. Esto ocurrió en un contexto en el que las existencias de granos al momento de implementarse la medida no superaban las 9 millones de toneladas.

Antes de esta edición del PIE, la comercialización de soja registraba mínimos históricos, con volúmenes que oscilaban entre 25,000 y 50,000 toneladas negociadas diariamente. Sin embargo, tras la introducción del «dólar soja 4», el nivel de negocios en el mercado local fluctuó entre 150,000 y 350,000 toneladas al día, debido a una mejora en los precios pagados a los agricultores por parte de la industria, en algunos casos superando los $165,000 por tonelada.

Este nuevo «dólar soja» estableció un sistema cambiario combinado en el que los exportadores deben liquidar el 75% de las divisas en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) a un tipo de cambio de $350 por dólar, mientras que el 25% restante queda de libre disposición. Si los exportadores optan por utilizar esos dólares en el Contado con Liquidación (CCL), el promedio entre ambas tasas resulta en un tipo de cambio más alto, estimado entre $420 y $450 por dólar, lo que mejora el poder adquisitivo de las industrias locales.

Según Catalina Ferrari, analista del mercado de granos de la consultora AZ Group, los 3,1 millones de toneladas comercializadas representan un volumen limitado debido a la escasez de granos en manos de los agricultores y a la incertidumbre económica que les obliga a retener la mercancía para afrontar gastos como alquileres e insumos.

Nicolás Udaquiola, director de la consultora, señala que en 2023 los productores están vendiendo gradualmente los pocos granos cosechados según sus necesidades financieras, aprovechando los diferentes programas de dólar, incluyendo el «dólar soja IV».

Juan Manuel Uberti, analista de mercados de la corredora Grassi, destaca que aunque los precios siguen siendo atractivos, el dinamismo en los negocios ha disminuido en comparación con los primeros días. La vigencia de esta medida se espera que concluya a finales de este mes, y aunque ha habido rumores de una posible extensión, aún no hay pronunciamiento oficial al respecto.

El propósito principal de esta medida era suministrar materia prima a la industria procesadora para producir harinas, pellets y aceite de soja con valor agregado para su posterior exportación. Sin embargo, un informe de la BCR indica que el 99.7% de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior en el marco del programa corresponden a exportaciones de poroto de soja, mientras que apenas el 0.3% restante incluye aceite y subproductos de soja.

La BCR explica que, aunque el PIE tenía como objetivo impulsar la actividad de la industria de molienda, en la práctica, al inicio, favoreció relativamente más a la exportación de soja sin procesar que a la industria. Esto se debió a los márgenes brutos de la industria que continuaron siendo negativos, lo que desincentivó la adquisición de grano en el mercado local para generar valor agregado. Este factor no solo explica los bajos niveles de molienda en la actual campaña, sino también el volumen récord de importaciones de soja en lo que va del año.

Fuente: Agritotal.