Sorpresa: la soja del NOA tuvo casi un 2% más de proteína que el promedio del país

Un estudio realizado por un equipo de especialistas del INTA, junto con el apoyo de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja), reveló que el contenido de proteína de la oleaginosa en el NOA fue del 38%, mientras que el valor medio de proteína en el resto del país fue de 36,6 %.

Del análisis realizado a más de 540 muestras, de las cuales 35 pertenecen al NOA, se observaron diferencias significativas en el contenido de proteínas y aceite. Para el relevamiento, “se delimitaron ocho zonas productoras, de las cuales el NOA lideró en contenido promedio de proteína y Profat”.

Con valores mínimos y máximos de entre 32% y 41%, según el informe, el valor medio de proteína considerando todas las zonas fue de 36,6%: “El valor medio más bajo encontrado corresponde a Santa Fe Centro, con 35,7%, mientras que el valor promedio más alto, un 38% se registró en el NOA. Se puede observar una baja variabilidad en los datos registrados para cada una de las zonas, ya que los coeficientes de variación se mantuvieron en todas las zonas inferiores a 4,6%”.

En cuanto el valor medio de aceite, al considerar todas las regiones, fue del 23%, fluctuando en un rango comprendido entre 18,3 y 27%: “Entre regiones, el valor más alto correspondió a Santa Fe Centro, con el 24,7%, mientras que el más bajo a Buenos Aires Sur con 21%”.

“El contenido de proteína que se determinó para el NOA fue del 38%, mientras que el valor medio de proteína, considerando todas las zonas estudiadas, fue de 36,6 %. Por otro lado, la región de Santa Fe centro fue la que mostró mayor contenido de aceite con un valor de 24,7%, siendo la media nacional de 23%”, indicaron.

Distribución espacial del cultivo de soja en la Argentina durante la campaña 2020/2021 y distribución de las ocho zonas sojeras de la Argentina delimitadas para este trabajo
Distribución espacial del cultivo de soja en la Argentina durante la campaña 2020/2021 y distribución de las ocho zonas sojeras de la Argentina delimitadas para este trabajo.

“Conocer el porcentaje de proteína, del aceite y el Profat (contenido de grasa y proteína combinados) es de gran relevancia para el complejo agroindustrial y, particularmente, la composición de aminoácidos es de interés debido a la importancia que tienen la harina de soja en la alimentación animal”, agregaron.

Año a año, los expertos realizan estudios en diferentes lotes sembrados con soja y analizan su calidad. Con los resultados, se genera “el mapa de calidad de soja de la Argentina, que aporta información esencial para posicionar la harina de soja en los mercados internacionales”.

“Existen factores que afectan la calidad nutricional y el contenido de proteína en soja, tales como el genotipo de la soja, tipo de suelo, manejo de cultivo (fecha de siembra, fertilización, rotaciones, etc.), condiciones ambientales como temperaturas, régimen hídrico, entre otros”, indicó Oscar Tamayo, especialista del INTA Salta, quien agregó que, en la actualidad, “se están analizando más de mil muestras de la última campaña nacional y se está profundizando en el análisis de calidad del grano en función del ambiente, variedad y prácticas agronómicas”.

En este sentido, destacaron que todos los años, en el marco de la Red Nacional de Evaluación de Cultivares de Soja (Recso) del INTA, se realizan muestreos en los ensayos en la zona núcleo a nivel de acopios para relevar la calidad de soja cosechada.

“Sin embargo, no existían antecedentes de un muestreo nacional directamente en campos de productores, lo cual fue posible gracias al trabajo en colaboración con las agencias de extensión que posee el INTA a lo largo de todo el país y al trabajo de un equipo multidisciplinario de expertos en diferentes áreas”, señaló Tamayo.

Por su parte, Marta Galván, especialista en mejoramiento genético de la oleaginosa, destacó que con esta nueva red de calidad se cuenta con información de origen nacional (mapas de proteínas, aceite, etc.) acerca de la calidad de los granos de soja en las diferentes zonas productoras, “que contribuye a mejorar el agregado de valor y la competitividad de los granos y sus derivados en los mercados internacionales”.

Por último, en el INTA comentaron que, con base en los resultados, y a la experiencia de interacción público-privado, se oficializó la creación de la Red de calidad de granos y sus derivados de cereales y oleaginosas, que todos los años pondrá a disposición los datos de relevamiento de calidad de grano en base a muestreos realizados durante las diferentes campañas del cultivo.

Fuente: La Nación Campo